Recurren la condena a muerte de la mujer embarazada sudanesa convertida al cristianismo


Los letrados que defienden a Meriam Yahya Ibrahim, una mujer sudanesa de 27 años convertida al cristianismo que se encuentra en avanzado estado de gestación y que ha sido condenada a recibir 100 latigazos y después ser ejecutada, presentaron este viernes un recurso de apelación ante esta decisión adoptada por un juez de Jartum, capital de Sudán.
Los abogados confirmaron este recurso a Amnistía Internacional (AI), que ha recogido más de 620.000 firmas (más de 55.000 en España) para que Ibrahim sea liberada inmediata e incondicionalmente.
Meriam Yehya Ibrahim está en prisión con su hijo de 20 meses desde el pasado 15 de mayo, día en el que recibió la condena de 100 latigazos por “apostasía” y la pena de muerte por “adulterio”.
Manar Idriss, investigador de Amnistía Internacional sobre Sudán, señaló que “la terrible situación y la valentía de esta joven madre embarazada han conmovido totalmente al mundo. Más de 620.000 simpatizantes de nuestra organización han emprendido acciones para pedir que sea puesta en libertad de inmediato y sin condiciones”.
“PERMANENTEMENTE CON GRILLETES”
“Desde que Meriam ha sido condenada, estamos muy preocupados por sus condiciones de reclusión y por el uso de formas crueles e inhumanas de inmovilización, pues hemos recibido alarmante información según la cual la tienen permanentemente con grilletes. Las autoridades sudanesas deben garantizar la seguridad de Meriam y dejarla en libertad de inmediato y sin condiciones”, añadió.
Amnistía Internacional recalcó que, según los abogados, Meriam Yehya Ibrahim, que está embarazada de ocho meses, lleva en todo momento grilletes en los pies, práctica utilizada comúnmente a los condenados a muerte, y ha comunicado a sus letrados que las cadenas pesan mucho y cada movimiento que hace le provoca dolor.
Esta organización subrayó que, de no prosperar el recurso presentado ante el Tribunal de Apelación de Bahri y Sharq Al Nil, los abogados estudiarán llevar el caso al Tribunal Supremo y al Tribunal Constitucional de Sudán.
“Acogemos con satisfacción que se haya presentado un recurso, si bien Meriam no debería haber tenido jamás que responder de ningún cargo ante los tribunales. Amnistía Internacional continuará haciendo campaña en su favor. Confiamos en que, con suficiente apoyo internacional y local, se anule su terrible sentencia y condena”, apostilló Idriss.

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