El referéndum en Europa, un ejercicio arriesgado

El referéndum de este jueves sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea es la última de una serie de consultas celebradas en diferentes países europeos.

En la mayoría de estas consultas sobre asuntos del bloque, celebradas en los últimos 44 años, el sí se impuso, pero en algunas venció un rotundo no.

A continuación, algunos de estos referendos:

26 de septiembre de 1972: Noruega se pronunció en contra de su ingreso al Mercado Común, al igual que volvió a hacer en 1994. Es el único país que rechazó la adhesión mediante referéndum.

Por su parte, Groenlandia, territorio danés, escogió en febrero de 1982 salir de la Comunidad Económica Europea (CEE).

Reino Unido formaba de la CEE desde hacía dos años, cuando en 1975, en un referéndum organizado por iniciativa del gobierno laborista de Harold Wilson, los electores aprobaron por 67,2% de los votos mantener al país en el Mercado Común.

Al igual que David Cameron en la actualidad, Harold Wilson enfrentaba una poderosa corriente euroescéptica dentro de su partido y el referéndum fue la forma de salir de este dilema.

- 2 de junio de 1992: Los electores daneses rechazaron con 50,7% de los votos el Tratado de Maastricht sobre la Unión Europea y la moneda única, a pesar de que casi la totalidad de los partidos políticos representados en el Parlamento defendían un voto a favor. Finalmente, los electores lo aceptaron en un segundo referendo en mayo de 1993, luego de que Copenhague obtuviera de Bruselas no participar en el euro, como Reino Unido.

- En Francia, los electores aprobaron la moneda única el 20 de septiembre de 1992, pero con sólo el 51,05% de las opiniones. Irlanda votó también a favor del tratado de Maastricht.

- 28 de septiembre de 2000: Dinamarca organizó un referendo sobre la adhesión al euro. El 53,1% se pronunció en contra.

- 14 de septiembre de 2003: los suecos rechazaron masivamente el euro, por 56,1% contra 41,8%.

El 29 de mayo de 2005, el 54,7% de los electores franceses rechazaron el proyecto de Constitución europea.

Tres días después, los holandeses lo rechazaron a su vez con casi el 62% de los votos.

La Unión Europea cayó entonces en una crisis institucional de la que salió con el acuerdo sellado en 2007, por el que se adoptó un nuevo tratado europeo, el Tratado de Lisboa, para mejorar el funcionamiento del bloque.

- 8 de junio de 2001: Los irlandeses rechazaron el Tratado de Niza (54% de noes) con una participación de solo 32%. Para este tratado destinado a adaptar la UE a la llegada de los miembros de Europa del Este, los partidarios del 'sí' no creyeron necesario hacer campaña.

Luego de obtener garantías sobre el mantenimiento de una neutralidad militar para el país, los irlandeses aceptan el texto con 62,9% de los votos en una segunda consulta el 19 de octubre de 2002.

- Lo mismo sucedió con el Tratado de Lisboa: el 12 de junio de 2008, Irlanda le dijo no. Pero el texto fue aprobado en una segunda consulta en octubre de 2009.

En un referendo consultivo a principios de abril de 2016, los holandeses rechazan con un 61% de los votos -y una participación del 32,28%-, el tratado de asociación entre la UE y Ucrania.

Como consecuencia, el gobierno holandés considera que no puede ratificar el tratado "tal como está actualmente", aunque se aplique provisionalmente.

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