Retos de socialistas europeos son aquellos en lo que "España no es ejemplo"

  • Lograr que la economía vuelva a crecer de forma sostenible y que proporcione empleo estable y de calidad son los retos de los socialistas europeos en los que "España no es ejemplo", según ha declarado hoy el diputado del PSOE y exministro de Trabajo e Inmigración en 2010, Valeriano Gómez.

Málaga, 12 nov.- Lograr que la economía vuelva a crecer de forma sostenible y que proporcione empleo estable y de calidad son los retos de los socialistas europeos en los que "España no es ejemplo", según ha declarado hoy el diputado del PSOE y exministro de Trabajo e Inmigración en 2010, Valeriano Gómez.

En la Jornada Grupo de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo que se celebra en Málaga, Gómez ha manifestado que España ha perdido 3.600.000 empleos, y además lo ha hecho en un sector como el inmobiliario que tiene influencia en la política y el empleo industrial.

Ha destacado que "sólo el 60 por ciento" de los trabajadores españoles tiene protección por desempleo y que hace tres años lo tenía el 80 por ciento.

"Cada vez más, los trabajadores que permanecen en desempleo pierden sus derechos, y es necesario que la protección se siga manteniendo porque si no las posibilidades de exclusión social crecen ilimitadamente en nuestra sociedad", ha añadido.

Al encuentro también ha asistido el presidente de la Delegación Socialista Española y presidente de la Comisión de Libertades de la Eurocámara, Juan Fernando López Aguilar, que ha apuntado que debido a la crisis en la que está sumergida Europa, las elecciones europeas de 2014 son "la última oportunidad" que tienen los socialistas "para cambiar las cosas a tiempo".

"Queremos otra Europa, reuropeizarla, un reparto mucho mas justo de las cargas tributarias y de los sacrificios impuestos por la crisis que genere los recursos suficientes para relajar el crecimiento, el empleo y dar sobre todo esperanza a quienes han perdido", ha agregado.

López ha detallado que la mayoría conservadora ha impuesto un diagnóstico "mentiroso" sobre la crisis y su origen, que fue "la desvergüenza, la especulación desatada de quienes la causaron y no han pagado por ello".

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