Revilla admite le gusta el protagonismo mediático, aunque tenga "inconvenientes"

Lugo.- El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha admitido hoy que no le disgusta su protagonismo mediático, por el cual la gente le reconoce por la calle, aunque esta situación tenga sus "inconvenientes".

El presidente cántabro, además, aseguró a Efe que será "muy emocionante" estar en el pueblo "donde mi mujer tiene sus orígenes", ya que esta tarde pronunciará el pregón de las fiestas de San Lucas en la localidad lucense de A Pontenova.

En este municipio nació el padre de Aurora, la esposa del presidente cántabro, donde se crió hasta que emigró para trabajar en las minas de Fabero (León) y se murió de silicosis "con los pulmones hechos polvo".

Revilla también acudirá mañana al día grande de las fiestas de San Froilán en Lugo, "domingo das mozas", pero afirma, con símil taurino, que "el Vitorino lo tengo esta tarde en A Pontenova".

Estará acompañado por su mujer, "lo mejor que me ha sucedido en esta vida", y desconoce lo que va a decir, ya que, precisa, "tan solo llevo un pequeño guión, ya que, habitualmente, quien lee un pregón es que se lo ha escrito otro".

Dice de su mujer que es "muy gallega" y por eso tiene previsto pernoctar hoy en la localidad del pregón para poder conocer la "modesta" casa donde nació su suegro y visitar a una tía que todavía no conoce.

A los habitantes de A Pontenova les promete un pregón con una duración aproximada de una hora, donde hablará "de lo divino y lo humano, además de lo que suele hacer un pregonero que es invitar a la gente a que se divierta y cantar las excelencias de la localidad y de Galicia en general, que son muchas".

El año pasado ya estuvo en las fiestas de San Froilán y dice que le quedó un recuerdo tan grato "que este año vuelvo", tras haber recibido una nueva invitación por parte del alcalde. Por eso, mañana estará presente en la ofrenda a Rosalía de Castro y luego participará en "una de esas pulpadas maravillosas que hacen en Lugo".

Dice de las fiestas de San Froilán que lo dejaron "verdaderamente sorprendido". Allí- recuerda- "saludé a medio centenar de cántabros, en su mayoría jóvenes, y es que había gente de todas partes de España".

Revilla no tiene reparos en admitir que le gusta el protagonismo mediático que tiene, aún reconociendo que tiene "sus inconvenientes". "Ahora, -comenta-, no me puedo bajar en ningún sitio de España sin que me reconozcan".

"Esto a mí me gusta", dice Revilla sobre su impacto mediático, (este lunes ampliará su presencia televisiva en un programa de Antena 3) aunque lo justifica añadiendo que le agrada porque "me gusta el contacto con la gente y es que con muy poco se puede hacer feliz a muchas personas".

Se autodefine como "el antiestirado", se siente "orgulloso" de que la gente se quiera fotografiar con él y no cambia la inauguración de algo útil por un viaje en yate por el Caribe "con el Briattore ese".

En cambio, sí detesta la larga duración de algunos actos protocolarios. Entonces, mata el tiempo realizando caricaturas de la gente que está en el uso de la palabra, que luego les acaba regalando al final del evento.