Romney salva su primer "match point"

  • El ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, salvó hoy con sus victorias en Michigan y Arizona lo que se puede considerar la primera "pelota de partido" en las primarias republicanas y ve sus aspiraciones reforzadas de cara al "súper martes" de la semana próxima.

Macarena Vidal

Washington, 28 feb.- El ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, salvó hoy con sus victorias en Michigan y Arizona lo que se puede considerar la primera "pelota de partido" en las primarias republicanas y ve sus aspiraciones reforzadas de cara al "súper martes" de la semana próxima.

Con una cómoda ventaja en la mayoría de los sondeos en Arizona, Romney tenía que ganar obligatoriamente en Michigan para mantener su estatus de favorito en la carrera por la candidatura republicana: su padre fue gobernador del estado y él mismo nació y se crió allí.

Una derrota en el "estado del guante", como se le conoce popularmente por su forma, hubiera representado una durísima bofetada de los votantes republicanos a un aspirante que no termina de seducir a las bases del partido y hubiera puesto en peligro toda su estrategia para imponerse en unas primarias que se prometen largas y arduas.

Su triunfo fue ajustado. Con el 97 por ciento escrutado, contaba con el 41 por ciento de los votos, frente al 38 por ciento de su inmediato rival, el ex senador por Pensilvania Rick Santorum, una victoria lejos de la avalancha que se espera de los candidatos que compiten "en casa".

Y durante las últimas semanas estuvo en entredicho que se pudiera llegar a imponer. Las encuestas hablaban de un empate técnico o, incluso, de un triunfo del aspirante su rival, que ha hecho del conservadurismo a ultranza su bandera.

Pero varios factores se demostraron decisivos en la competición en los últimos días, entre ellos el debate celebrado en Arizona el pasado martes, en el que Romney arremetió con dureza contra su rival y que un 40 por ciento de los encuestados declaró en los sondeos a pie de urna que fue clave en su decisión.

También pesó el despliegue de propaganda de una campaña con muchos más medios de su rival.

Pero, sobre todo, según parecen poner de manifiesto los sondeos a pie de urna, el principal factor fue el propio Santorum, que con sus declaraciones en los últimos días, por seguir con el símil tenista, cometió una serie de errores no forzados.

En diversos mítines, el ex senador, que buscaba conectar con los votantes de clase media-baja y los cristianos evangélicos, criticó como elitistas las declaraciones del presidente Barack Obama en favor de que más gente llegue a la universidad.

"El presidente Obama dijo una vez que quiere que todo el mundo en EEUU vaya a la Universidad. Qué esnob", declaró Santorum el fin de semana.

Tampoco le favorecieron mucho otras declaraciones en las que se mostró contrario a la separación de Iglesia y Estado.

Las encuestas a pie de urna esta noche en Michigan revelaban que los católicos votaron en mayor proporción por Romney -un 44 por ciento frente al 34 por ciento de Santorum-, quizá alarmados por las posiciones radicales de un político que tiene muy a gala su fe católica.

Esas mismas encuestas indican que la mayoría de los votantes tuvo como prioridad a la hora de acudir a las urnas el candidato que consideraban con más probabilidades de imponerse en noviembre.

Si Romney ha salvado esta noche una bola de partido y se ha apuntado el set, el ex gobernador y el ex senador van la semana próxima a una nueva manga que puede ser decisiva, el "súpermartes" del día 6.

Ese día están llamados a las urnas diez estados y se disputan 437 delegados, una buena proporción de los 1.144 necesarios para garantizarse la candidatura republicana cuando la convención del partido se reúna en agosto en Tampa (Florida) para proclamar oficialmente al rival del presidente Barack Obama en los comicios de noviembre.

Las encuestas hasta el momento reparten esos estados entre los diversos candidatos. Si Romney es el gran favorito en Virginia, Santorum encabeza los sondeos en estados como Tennessee, Oklahoma u Ohio.

Y para complicar más las cosas, un aspirante al que parecen restarle escasas posibilidades, el ex presidente de la Cámara de Representantes Newt Gingrich, es favorito en Georgia, su estado y el que más delegados pone en juego esa noche electoral, un total de 76.

Hasta el momento, y a la espera de que se adjudiquen los 30 delegados hoy en disputa en Michigan, que este estado reparte de manera proporcional, Romney cuenta con 156 delegados, mientras que Santorum suma 37. Gingrich cuenta con 38, mientras que el cuarto aspirante el liza, el congresista Ron Paul, tiene 27.

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