Madrid, 30 nov.- Alfredo Pérez Rubalcaba ha asumido hoy la presidencia del grupo socialista con el firme propósito de encabezar una oposición constructiva y responsable ante la gravedad de la crisis, con disposición al diálogo con el PP, pero sin olvidar las "líneas rojas" que comportan la defensa del estado del bienestar.
Para ello, ha emplazado a los diputados y senadores del PSOE a ponerse ya a la tarea ante la intensa actividad parlamentaria que les aguarda en enero, sin esperar al congreso federal que el partido celebrará en febrero para elegir a su nuevo secretario general.
Tal y como estaba previsto, Rubalcaba ha sido elegido por aclamación presidente del grupo parlamentario socialista -aunque provisionalmente hasta el cónclave del partido- lo que le permitirá dar la réplica a Mariano Rajoy en el debate de investidura.
Un debate en el que, según fuentes socialistas, ya quiere fijar el marco de oposición de su partido para la legislatura, independientemente de quién sea elegido líder socialista en febrero.
En el breve discurso que Rubalcaba ha pronunciado a puerta cerrada ha expuesto las líneas maestras de su plan de oposición, que consiste, básicamente, en "no hacer lo que ha hecho el PP en la pasada legislatura", en palabras del socialista Eduardo Madina.
Así, según este diputado, la oposición que quiere liderar Rubalcaba será "al servicio del país, que es lo que nunca hizo el PP", en los últimos cuatro años. Todo ello con la crisis económica como el "enemigo fundamental" a batir, ha añadido el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias.
Alfredo Pérez Rubalcaba ha advertido a sus parlamentarios de la ardua tarea que les espera en la oposición y, según fuentes socialistas, ha mostrado su disposición al diálogo con el PP, pero manteniendo siempre la defensa de las conquistas del estado del bienestar.
El debate precongresual no ha estado presente en la reunión del grupo, aunque ha sido motivo de abundantes comentarios a la entrada y salida de los dirigentes socialistas, si bien el candidato del PSOE en las últimas elecciones no se ha pronunciado ante los medios.
Sí lo ha hecho otra posible candidata, la ministra de Defensa en funciones, Carme Chacón; a su juicio, hay tiempo para todo y ahora es el momento del "debate de las ideas" y "después vendrán los nombres".
En similares términos se ha expresado la titular de Sanidad, Leire Pajín, quien opina que, antes de hablar de candidatos, en el PSOE es necesaria una "reflexión profunda" para "construir equipos y proyectos".
Y sobre la posible ventaja que puede dar a Rubalcaba ser presidente del grupo hasta febrero, Eduardo Madina ve más bien un beneficio para el conjunto del partido que él se encargue de replicar a Rajoy en el debate de investidura.
"Con la voz de Alfredo, el grupo está muy tranquilo", ha asegurado, mientras la propia Chacón ha admitido que ese papel le debe corresponder a Rubalcaba.
En términos muy distintos ha hablado el líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, quien se ha esforzado en recordar el carácter provisional de esta dirección parlamentaria, que puede cambiar la Ejecutiva que salga del congreso de febrero, y subrayar que la reunión de hoy, aun siendo importante, era de trámite.
No ha desaprovechado el senador autonómico la oportunidad para recordar que cuando Joaquín Almunia obtuvo para el PSOE 125 diputados en el año 2000 -quince más que ahora- dimitió como secretario general y no se presentó al siguiente congreso; eso sí, ha matizado que igual que respetó aquella decisión, respeta lo que haga Rubalcaba.
La primera reunión del grupo socialista ha servido también para ratificar unánimemente a José Antonio Alonso como portavoz en el Congreso, con Eduardo Madina como secretario general, mientras que en el Senado Marcelino Iglesias será el portavoz del PSOE. EFE
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