Sandinistas aprueban reforma militar que abre vía a reelegir al jefe Ejército

  • La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó hoy una reforma al Código Militar que deja a discreción del presidente del país, Daniel Ortega, extender el plazo de forma indefinida al jefe de las Fuerzas Armadas.

Managua, 29 ene.- La Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó hoy una reforma al Código Militar que deja a discreción del presidente del país, Daniel Ortega, extender el plazo de forma indefinida al jefe de las Fuerzas Armadas.

La reforma fue aprobada en medio de un acalorado debate con 64 votos a favor (63 sandinistas), 24 en contra y ninguna abstención, de un total de 92 diputados, según dijo en el pleno el titular del Congreso, el oficialista René Núñez.

La modificación establece que el jefe del Ejército, actualmente el general Julio César Avilés, podrá ser destituido por insubordinación o por desobediencia a las órdenes dadas por el Presidente de la República en el ejercicio de sus atribuciones.

También por trasgredir con sus opiniones o actuaciones la obligación del Gobierno de ser apolítico y no mostrar partidismo, por haber sido condenado por sentencia firme por la comisión de delitos que merezca penas graves o muy graves, o por incapacidad física o mental declarada.

Con el anterior Código, aprobado en 1994, el comandante en jefe del Ejército era nombrado por un período de cinco años.

La reforma también establece que los militares en retiro, principalmente los que se especializaron en el extranjero durante el primer régimen sandinista (1979-1990) y pasaron a la vida civil después de 1994, puedan ser reintegrados al Ejército.

Además plantea que los miembros del Ejército podrán ocupar cargos en las instituciones del Estado que no sean de elección popular, y crea unas "fuerzas de reserva".

Asimismo, amplía los años de servicio de 35 a 40, con 65 años como edad máxima de retiro, y no 60 como es en la actualidad.

El presidente de la Comisión de la Paz, Defensa, Gobernación y Derechos Humanos del Parlamento, el sandinista Filiberto Rodríguez, explicó en el pleno que ese proyecto sólo fue consultado con el alto mando militar, por ser la institución a la que va dirigida la enmienda.

Los diputados opositores votaron contra ese proyecto con el argumento de que esa reforma podría tener consecuencias en el futuro al establecer un "tapón" en la cadena de mando militar.

"Estamos creando una olla de presión que va a estallar con el tiempo, pues con extender el período de la jefatura del Ejército y el período de retiro, los (oficiales) que están abajo van a caer en la inconformidad", alegó el diputado opositor Eliseo Núñez,

Asimismo, Núñez advirtió de que el nuevo Código deja "una guardia al servicio de una persona con intereses políticos, de un dictador", en alusión a Ortega.

El diputado disidente sandinista Víctor Hugo Tinoco consideró que esas reformas traen riesgos y entre ellos mencionó que se le está dando al Ejército funciones de la Policía Nacional en el tema de la seguridad interna del país, "no sólo para la defensa de la soberanía, sino frente al adversario interno".

También que crea "la Fuerza de Reserva del Ejército", aunque no explica ante qué enemigos tendrá que activarse, lo que podría dejar, a su juicio, como enemigos potenciales a "los ciudadanos que no piensen" como el gobernante.

Además, advirtió que dejar el tiempo de la jefatura del Ejército en manos del presidente, crea una relación de dependencia hacia la persona y no a las leyes.

Por su lado, los diputados sandinistas Brooklyn Rivera, María Auxiliadora Martínez e Iris Montenegro defendieron las reformas argumentando "razones de época".

La reforma militar se suma a la que ayer aprobó la mayoría sandinista a la Constitución que garantiza a Ortega presentarse a la reelección inmediata cuantas veces quiera y a legislar por decreto.

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