El juicio a puerta cerrada previsto a las diez de la mañana en Toledo contra las dos menores acusadas de la muerte de Cristina Martín de la Sierra, de 13 años, ocurrida el pasado mes de abril en Seseña, se está retrasando y a las 11:25 horas aún no había comenzado, han dicho fuentes judiciales.
Las menores acusadas, C.H.S. y N.N.N., compañeras de instituto de la fallecida, llegaron minutos antes de las diez de la mañana ocultas en un coche de la policía camuflado de color azul oscuro con los cristales tintados procedentes del centro de menores donde están internadas.
El vehículo policial entró por la puerta del garaje de los juzgados para preservarlas así de las cámaras de televisión y de los fotógrafos, a los que tampoco se permitió el acceso al edificio, custodiado por agentes de la Unidad de Prevención y Reacción del Cuerpo Nacional de Policía.
Estos mismos agentes tuvieron que proteger la entrada de los juzgados a los padres de la menor fallecida, Francisco y Pilar, del acoso de los periodistas. En la accidentada y breve declaración, Francisco Martín de la Sierra, explicó que estaba nervioso, que trataba de pasar este duro trance a base de ansiolíticos y que apenas ha podido dormir esta noche, al igual que su mujer, Pilar, que llegó llorando al juicio.
Cristina Martín fue hallada muerta el pasado tres de abril en una vieja cantera de yeso en Seseña, donde la víctima tuvo una pelea, al parecer por celos, con la principal acusada, quien presuntamente tiró al suelo a Cristina, le propinó varios golpes en la cabeza con una piedra que la dejaron desmayada y finalmente presuntamente le infligió el corte en la muñeca. Según la autopsia, Cristina pudo tardar entre dos y tres días en morir desangrada.
El fiscal jefe de Toledo, José Javier Polo, y el fiscal de menores, Antonio Huélamo, quién ha instruido la causa y que ejercerá la acusación pública, han explicado que los informes elaborados a instancias de la fiscalía por el equipo técnico judicial sobre el estado de salud mental de la principal acusada, C.H.S., de 14 años, no incluyen "ningún indicador" como para solicitar otro informe complementario y por tanto considera que está "acreditada" la capacidad y el conocimiento que la principal acusada tiene para saber las consecuencias de sus hechos.
En el banquillo de los acusados se sentarán, finalmente, dos jóvenes, la presunta autora del asesinato con alevosía, y otra menor como encubridora, N.N.N., las dos están en régimen de internamiento tras solicitar la fiscalía la "prórroga" de las medidas cautelares.
Respecto a la otra menor que estaba acusada de encubrimiento, solo por la acusación particular, Huélamo ha explicado que la fiscalía pidió su sobreseimiento y el juez de menores lo aceptó, decisión que aunque la abogada de la familia de la víctima recurrió en reforma no lo hizo en apelación ante la Audiencia de Toledo y, por tanto, no está acusada en el juicio.
Tanto la fiscalía como la acusación particular solicitan las penas máximas que establece la Ley del Menor, es decir, cinco años de internamiento y tres años más de libertad vigilada para la principal acusada, y dos años de internamiento en régimen semiabierto más un año de libertad vigilada. La fiscalía también pide 150.000 euros de indemnización en concepto de responsabilidad civil para la principal acusada.
Ley del Menor por "obsoleta"
Los padres de la fallecida, Francisco y Pilar, consideran escasa esta pena, por lo que vienen solicitando la reforma de la Ley del Menor por "obsoleta" y se quejan de que a pesar del más de millón de medio de firmas recogidas en toda España el Gobierno no haya decidido cambiarla.
Francisco y Pilar coincidirán en el juicio con la presunta autora del crimen de su hija en el juicio, ya que irán como testigos. Francisco reconoce que van a ser "momentos muy duros" cuando en el juzgado de menores de Toledo pueda ver el rostro de las acusadas.
Los padres de Cristina tendrán que volver a rememorar lo ocurrido hace casi nueve meses en Seseña, cuando cuatro días después de su desaparición su hija fue hallada muerta y semioculta entre piedras y tierra en una antigua cantera de yeso de Seseña, situada en el paraje 'La Veguilla'.
Francisco Martín agradece la celeridad con la que han trabajado en el caso tanto el fiscal como el juez de menores para acelerar la vista oral, que tendrá lugar quince días antes de que se cumpla el plazo máximo de nueve meses que un menor puede estar internado antes del juicio.
Tres días de juicio
La vista oral se desarrollará en tres sesiones a puerta cerrada y el primer día se dedicará a la toma de declaración de las jóvenes acusadas y de los testigos.
El martes comparecerán más testigos (policías, guardias civiles) y peritos en criminalística, los que hicieron los análisis de ADN de los restos y vestigios hallados en la antigua cantera de yeso donde fue encontrada la joven y también expertos informáticos que han rastreado ordenadores y correos electrónicos de las menores.
El último día estará dedicado al informe de la autopsia, según el cual Cristina Martín murió desangrada por un gran corte que tenía en la muñeca (la fiscalía sostiene que fue con una navaja) y que pudo tardar en morir entre dos y tres días.
Según el relato que de los hechos hace la fiscalía de Toledo, el suceso ocurrió el pasado 30 de marzo en la localidad de Seseña, donde la presunta autora material y la víctima discutieron en una antigua fábrica de yesos, actualmente abandonada y derruida.
Así, "con la intención de matar le agarró fuertemente del cuello para asfixiarla, haciéndole caer al suelo, tras lo cual le propinó varios golpes en la cabeza con una piedra", según la fiscalía.
A consecuencia de los golpes recibidos, Cristina quedó inerte, momento que aprovechó C.H.S. para provocarle un profundo corte en la muñeca izquierda con una navaja y a continuación arrojó piedras y tierra sobre el cuerpo de la víctima.
La víctima quedó abandonada en estado de inconsciencia y murió desangrada en una agonía que pudo durar entre dos y tres días, según los datos de la autopsia que reveló la familia de la fallecida a los medios de comunicación el pasado mes de junio.
El mismo día 30 de marzo, la presunta autora del crimen le contó a su amiga, N.N.N. (acusada de encubrimiento), cómo había matado a Cristina y, posteriormente, ambas acudieron al lugar donde yacía la menor.
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