Tegucigalpa, 25 may.- El secretario de Seguridad de Honduras, Pompeyo Bonilla, expresó hoy su satisfacción por la aprobación de un decreto que permitirá agilizar la depuración de la Policía Nacional, que está salpicada por la implicación de agentes y oficiales en múltiples delitos.
El decreto fue aprobado por el Parlamento hondureño el jueves por la noche en una sesión extraordinaria a puerta cerrada.
Bonilla dijo a los periodistas que está "satisfecho" porque las nuevas acciones inmediatas que se emprenderán para depurar la Policía Nacional "se enmarcarán en la ley".
Los diputados aprobaron el decreto atendiendo una iniciativa de la Secretaría de Seguridad, a petición del presidente hondureño, Porfirio Lobo, quien el jueves expresó que la depuración de la Policía Nacional "es imprescindible".
La ordenanza temporal, que tendrá una vigencia de 180 días, suspende algunos artículos de la Ley Orgánica de la Policía Nacional y faculta al director de la institución, Juan Carlos Bonilla, en coordinación con el secretario de Seguridad, Pompeyo Bonilla, para despedir a agentes y oficiales que incurran en faltas.
Los altos mandos de la Policía Nacional podrán practicar "pruebas de confianza" a los oficiales y agentes que, si no las aprueban, serán despedidos.
También se evaluarán resultados en el desempeño del cargo y en caso de que los requeridos no llenen las expectativas, serán despedidos, dijo Bonilla a los periodistas.
El decreto permitirá agilizar la depuración de la Policía Nacional, proceso iniciado en noviembre de 2011, pero que para algunos sectores sociales no se estaba ejecutando con la celeridad que la situación demanda.
Uno de los artículos del decreto aprobado por el poder legislativo subraya que los despidos justificados "no implicarán en ningún tiempo responsabilidad patrimonial para el Estado ni responsabilidad patrimonial civil, administrativa ni penal para los funcionarios encargados de aplicar este decreto".
Transcurrida la vigencia del decreto, el director de la Policía y el titular de Seguridad propondrán al Ejecutivo "medidas o acciones concretas para mejorar las condiciones de vida de los policías que superen la depuración y conserven sus cargos".
El decreto entrará en vigor tras su publicación en el diario oficial La Gaceta.
La depuración de la Policía Nacional ha sido un clamor de diversos sectores de Honduras, ante las múltiples denuncias de la participación de agentes y oficiales en el asesinato de personas, secuestros, narcotráfico, robo de vehículos, extorsión y otros delitos.
El 22 de octubre de 2011, un suboficial y siete agentes de la Policía Nacional estuvieron involucrados en el asesinato de dos universitarios, uno de ellos hijo de la rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Julieta Castellanos.
Al menos un policía también ha sido implicado en el reciente secuestro y asesinato del periodista Alfredo Villatoro, quien era uno de los coordinadores de noticiarios de la radio HRN, del circuito de Emisoras Unidas, una de las dos cadenas de radios más importantes de Honduras.
Villatoro fue secuestrado el 9 de mayo cuando se dirigía hacia la emisora en que trabajaba, en Tegucigalpa, y asesinado el pasado día 15 en el extremo sur de la capital hondureña.
Sus captores le infirieron dos balazos en la cabeza, lo vistieron con un uniforme de un cuerpo especial de la Policía Nacional y le cubrieron el rostro con un pañuelo rojo.
El crimen ha conmocionado a los hondureños, mientras que los periodistas, que hoy conmemoran su día, suspendieron una ceremonia de entrega del Premio Nacional Álvaro Contreras, que otorga el Colegio de Periodistas de Honduras, y resolvieron participar en una manifestación para exigir justicia y el cese de la violencia.
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