Seúl amenaza con duras represalias ante las provocaciones de Corea del Norte

Seúl, 7 mar.- El ministro de Defensa de Corea del Sur, Kim Kwan-jin, prometió hoy duras represalias en el caso de que Corea del Norte realice una provocación militar, en lo que se interpreta como una respuesta a las recientes amenazas verbales de Pyongyang.

Corea del Sur tomará fuertes represalias contra Corea del Norte hasta que la unidad responsable de la provocación y sus bases de apoyo "se rindan completamente", dijo Kim a las tropas surcoreanas estacionadas en la polémica isla de Yeonpyeong, según la agencia local Yonhap.

La isla de Yeonpyeong fue objeto en noviembre de 2010 de un ataque con obuses de Corea del Norte, el primero sobre territorio sureño desde la Guerra de Corea (1950-53) y que acabó con las vidas de dos civiles y dos militares.

El ministro de Defensa surcoreano expuso a los efectivos militares su creencia de que Corea del Norte realizará una provocación cuidadosamente calculada contra el Sur para favorecer la consolidación en el poder de su nuevo dirigente, Kim Jong-un, y resolver las fricciones internas en el país comunista.

Kim Jong-un, cuya edad se estima en unos 28 o 29 años, fue nombrado máximo líder de Corea del Norte tras la muerte de su padre, Kim Jong-il, el pasado 17 de diciembre, en un proceso de sucesión que aparentemente se está llevando a cabo sin incidentes.

Las declaraciones del titular de Defensa de Seúl se producen después de que Corea del Norte, en un gesto que viene siendo habitual, amenazara ayer con realizar un ataque militar sobre el Sur y convertir las ciudades de Incheon y Seúl en "un mar de fuego".

Corea del Norte vinculó tales amenazas a supuestos ataques difamatorios del Ejército surcoreano contra sus líderes, tras divulgarse que en un cuartel militar de Incheon circularon fotos del máximo mandatario norcoreano con la inscripción "vamos a matar a Kim Jong-un".

Ambas Coreas se encuentran técnicamente en estado de guerra, ya que el conflicto bélico que las enfrentó entre 1950 y 1953 finalizó con un armisticio, sin que hasta hoy se haya firmado la paz definitiva.