Seúl desempolva la polémica de las esclavas sexuales y pide indemnizaciones

  • Corea del Sur reclamó hoy a Japón que indemnice a las mujeres coreanas utilizadas como esclavas sexuales por el Ejército nipón antes y durante la II Guerra Mundial y advirtió de que el asunto puede ser una traba en las relaciones bilaterales.

Tokio, 18 dic.- Corea del Sur reclamó hoy a Japón que indemnice a las mujeres coreanas utilizadas como esclavas sexuales por el Ejército nipón antes y durante la II Guerra Mundial y advirtió de que el asunto puede ser una traba en las relaciones bilaterales.

La espinosa cuestión de las compensaciones a las víctimas de los abusos sexuales de militares nipones entre 1910 y 1945 centró la mayor parte de la cumbre que el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, mantuvo hoy en Kioto (centro de Japón) con el primer ministro japonés, Yoshihiko Noda.

Es la primera ocasión en la que el mandatario surcoreano, que llegó al poder en 2008, aborda con un líder japonés la polémica de las esclavas sexuales, una de las cicatrices abiertas de la ocupación nipona de Corea durante más de tres décadas en la primera mitad del siglo XX.

Se calcula que hasta 200.000 mujeres de países ocupados por Japón fueron forzadas durante aquellos años en burdeles militares, llamados eufemísticamente "casas del confort".

La gran mayoría de aquellas mujeres, muchas de ellas menores de 20 años, procedía de Corea, aunque también de otros países bajo control nipón en esa época como China, Filipinas, Tailandia, Vietnam y Malasia.

Durante años Japón negó su responsabilidad en el sistema de esclavitud sexual militar y solo lo reconoció formalmente en 1993, cuando salieron a la luz pruebas claras del papel de las autoridades niponas, aunque según Seúl todavía falta una disculpa oficial sincera por aquel hecho.

Hoy, durante la reunión con Noda, Lee advirtió de que la cuestión se levanta como "un obstáculo en las relaciones" entre los dos países e insistió en la necesidad de que Japón tenga "la valentía sincera de resolver el asunto de forma prioritaria", según Kyodo.

Por su parte, el primer ministro japonés insistió en la postura oficial de su país, que considera que la polémica quedó zanjada con el tratado bilateral firmado en 1965 para normalizar las relaciones diplomáticas.

No obstante, Yoshihiko Noda matizó que su Gobierno está haciendo esfuerzos para abordar la cuestión "desde un punto de vista humanitario".

Tras estar en un segundo plano durante años, el tema de las esclavas sexuales durante la ocupación nipona volvió a las primeras páginas en Corea del Sur el pasado agosto, cuando un tribunal de ese país determinó que era "inconstitucional" que el Gobierno de Seúl no tratara la cuestión con Tokio.

Muchas de aquellas mujeres ya han fallecido -dieciséis de ellas este último año, según medios surcoreanos-, pero todavía quedan algunas, hoy ancianas, que se manifiestan con regularidad cada semana ante la embajada japonesa en Seúl.

La controversia se reavivó aún más la semana pasada con la instalación de una estatua en homenaje a esas mujeres frente a la legación diplomática nipona, lo que suscitó las protestas del Gobierno japonés, que ha instado a que la figura se retire.

Noda reiteró hoy esa petición y de nuevo fue denegada por Lee Myung-bak, quien, según la agencia surcoreana Yonhap, señaló que no descarta que se levanten más monumentos similares si Japón no toma pasos adecuados para solventar la cuestión.

Un intento de resolver la polémica se dio en 1995, cuando por iniciativa del Gobierno nipón se creó, con donaciones privadas, el llamado Fondo de Mujeres Asiáticas para dar indemnizaciones a las víctimas de los abusos sexuales durante la ocupación.

Sin embargo, muchas mujeres rechazaron esa compensación al considerar que el Fondo era un intento del Estado japonés de eludir su responsabilidad.

El asunto de las esclavas sexuales ensombreció el resto de los asuntos abordados durante la cumbre por los dos líderes, que se comprometieron, entre otras cosas, a trabajar para reanudar las negociación para un Tratado de Libre Comercio, estancadas desde 2004.

También reafirmaron su cooperación, como aliados de Estados Unidos, para afrontar la amenaza que supone el programa nuclear norcoreano en la región, indicó la agencia Kyodo.

La visita de Lee se enmarcó en la llamada "diplomacia de lanzadera" entre Corea del Sur y Japón, consistente en el impulso de sus relaciones bilaterales a partir de visitas recíprocas anuales entre sus respectivos líderes.

Mostrar comentarios