"Profesor africano soluciona de inmediato todos los problemas". Estos servicios de 'te soluciono la vida en un momento' son cada vez más solicitadas por los españoles, aunque su credibilidad sea poca. Lo que no parece es que Rajoy haya contratado a un brujo para que termine con el paro o que Urdangarín esté haciendo rituales para salir bien parado del caso Noòs.
Pero los adeptos se cuentan por miles a pie de calle. La crisis y la desesperación de muchos encuentra abrigo en estos curanderos. Solo en la Comunidad Valenciana 3.000 personas han caído en alguno de los más de 200 negocios de este tipo, como explica el periódico local Las Provincias.
Lejos de ayudar a las personas, la meta de estos negocios es puramente comercial. Un ritual para encontrar trabajo puede costar hasta 600 euros, y un fin de semana de retiro espiritual puede alcanzar los 650.
"Estos grupos fraudulentos se han disparado por la crisis económica", explica Juantxo Domínguez, presidente de RedUne, una asociación para prevenir la manipulación sectaria.
La imposición de manos o la transmisión de luz son algunas de las técnicas que aplican los 'expertos'. Pero a veces se pasan de la raya: algunos de estos curanderos animan a los enfermos a abandonar los tratamientos prescritos por el médico.
Otro negocio al alza son los tarot telefónicos, según el Instituto Valenciano de Ludopatía. "Las víctimas suelen ser mujeres que se sienten atrapadas, que están mal psicológicamente y buscan oír lo que ellas quieren oír".
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