Siria. Un solo diplomático gestiona la repatriación del combatiente ceutí muerto y la búsqueda de sus compañeros


El desmantelamiento de la Embajada española en Siria está complicando las gestiones para repatriar el cadáver del combatiente ceutí muerto en Siria y la búsqueda de sus compañeros, hasta el punto de que está teniendo que llevarlas a cabo un solo diplomático.
Según informaron a Servimedia fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, ese diplomático "está trabajando en ello" desde su nueva ubicación en la representación de la Unión Europea en Siria, pero "no es fácil" dado que la colonia española en el país es bastante numerosa.
Ayer se supo que Rachid Wahbi, taxista ceutí de 32 años, es el primer ciudadano español fallecido en la guerra civil siria. Al parecer, él y otros dos o tres musulmanes de la ciudad autónoma se desplazaron en abril a Siria para apoyar al movimiento democrático que trata de derrocar al dictador Bachar al Asad.
Uno de ellos, que permanece en Siria, dio la noticia de la muerte de Wahbi y al menos otro se encuentra desaparecido. El diplomático español está tratando de localizarlos.
España, junto a otros países europeos, suspendió el pasado 6 de marzo las actividades de la Embajada, y el 14 del mismo mes repatrió a todo el personal de la misma, excepto dos diplomáticos que se integraron en la representación de la UE.
El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, defendió esta iniciativa como una forma de compatibilizar la necesaria atención consular a los ciudadanos españoles residentes en Siria con el reproche diplomático al Gobierno de Al Asad por la represión contra su pueblo.
No obstante, la necesidad sobrevenida de repatriar el cadáver de Wahbi y de localizar a sus compañeros que partieron a Siria a colaborar con la oposición está presentando muchas dificultades a la exigua representación consular que ha dejado España en el país.

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