Solo dos de cada diez jóvenes de menos de 30 años puede emanciparse

Jóvenes, de 30 años o más, la mayoría con carreras y estudios, pero... siguen viviendo en casa con papá y mamá. No pueden emanciparse. El paro, los salarios, el precio de la vivienda y los alquileres. Las últimas estadísticas son concluyentes y revelan que ha aumentado el número de jóvenes que no se pueden ir de casa.

En concreto el 78,5% de jóvenes de entre 16 y 29 años residen en la misma vivienda que sus padres y/o madres, una cifra récord y que no se había registrado en la última década. El último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España correspondiente al primer trimestre de 2015 indica que los que antes se emancipan son las personas con estudios universitarios. El estudio también pone de manifiesto que los ingresos mínimos necesarios para comprar una vivienda libre superan el 80% del sueldo medio de un joven.

Estos datos contrastan con los previos al comienzo de la crisis en 2007. Un estudio del Instituto de la Juventud (Injuve) de 2006 reflejaba que el 51% de los jóvenes (18-34 años) vivía en el domicilio familiar mientras que el 42% los hacía en su propia casa, comprada o alquilada, y el 4% compartiendo piso con amigos o compañeros.

La autonomía domiciliaria de las personas de 16 a 29 añosse ha ido reduciendoen España de manera poco brusca, peroregular y sostenidadesde mediados de 2008.

Baleares y Cataluñason las comunidades autónomas con mayor tasa de emancipación entre los jóvenes de entre 16 y 29 años. Sin embargo,Galicia y Castilla y Leónson las comunidades en la que los jóvenes se van más tarde de casa.

Los datos que ofrece el Observatorio de Emancipación evidencian que es superior la tasa de emancipación de lasmujeresque la de los hombres en todas las comunidades autónomas.

La tasa de emancipación hasta los 29 es de 1.430.556 personas, aproximadamente un50% menorque de los 30 a los 34, con 2.398.783 personas emancipadas. Este contraste pone de manifiesto que el retraso en la edad de abandono del hogar familiarpuede situarse ya por encima de los30 años.Población joven en el mercado laboral

Las comunidades autónomas con mayor tasa de paro, en población de entre 16 y 29 sonCeuta y Melilla, Canarias, Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura. Sin embargo, las comunidades en las que la tasa de paro es menor sonNavarra, País Vasco y Cantabria.

Los jóvenes en España tienen un alto porcentaje de trabajos precarios. Es muy común entre estas edades latemporalidad laboral. Aunque es cierto que temporalidad no quiere decir precariedad, el carácter temporal de los trabajos suele ir acompañado "desalarios bajos,menor protección social, menores oportunidades de promoción y formación en el trabajo, omenores derechos sindicales o laborales, como bajas por maternidad", según el citado informe.

Murcia, País Vasco y la Comunidad Valencianason las comunidades con mayor tasa de trabajotemporalentre la población joven.Baleares, Cantabria y Castilla-La Mancha, sin embargo, tienen la mayor tasa de trabajo atiempo completo.

Según El Consejo de las Juventud de España, en 2015 se confirma que "el incesanteauge del desempleoentre la población joven, que comenzó en 2008, podría estar llegando a sufin, al menos momentáneamente". Desde el tercer trimestre de 2008, en España, "no había menos de un millón cuatrocientas mil personas jóvenes en paro. Y nunca desde 2006 los y lasjóveneshabían representadomenos del 27%de toda la poblacióndesempleada. Se constata, pues, que el descenso generalizado del paro ha sido más acentuado entre los y las jóvenes".

Comparado con algunos países europeos, los jóvenes españoles también están a la cola en cuanto a emancipación. En Suecia, Noruega o Finlandia únicamente el 7% de los suecos menores de 25 años, o el 23% de los finlandeses conviven aún con sus padres, mientras que en España esa cifra se acercaba al 55%, en 2011 según datos de Eurostat.Itziar Fernández Castrillo, 35 años, licenciada en Educación Primaria

Itziar Fernández está licenciada en Educación Primaria de Educación Física. Tras finalizar la carrera, trabajódando clases en un Euskaltegi con un contrato temporal. Por lo que aunque se planteó la posibilidad de emanciparse, no llegó a hacerlo. Cuando se quedó en paro decidió comenzar una nueva carrera universitaria. Ahora esta también graduada en Educación Infantil y tiene dos idiomas, el FCE y el EGA.

Actualmente, trabaja dando clases particulares e impartiendo clases de karate en una ikastola, el carácter temporal sumado a la baja remuneración de ambos trabajos, hace que le resulte complicado plantearse por el momento emanciparse del hogar de sus padres.

Guillermo López Martín, 35 años, titulado en FP en Programación

Guillermo López tiene el título superior de Formación Profesional (FP) de Desarollo de Aplicaciones Informáticas (DAI). El único trabajo en el que ha tenido un contrato a tiempo completo fue de camarero en el Corte Inglés y duró 7 meses. Después ha trabajado de teleoperador y de comercial, encontrando unicamente oportunidad de contratos temporales. Cuando le preguntamos si se había planteado la emancipación afirma "no he tenido ingresos suficientes para hacer frente a un alquiler".

Guillermo ahora forma parte de un proyecto de inserción sociolaboral para jóvenes de entre 24 y 35 años aproximadamente, La Lanzadera para el Empleo. Él forma parte del equipo de Vallecas, 'Lanzallekas', en el que 20 personas de distintas disciplinas se reúnen organizados por departamentos, todas las mañanas de lunes a jueves. Allí llevan a cabo intermediaciones con empresas, organizan eventos y jornadas se asesoramiento dirigidas a la emprendaduría.

La metodologíade trabajo se basa en técnicas de coaching, con un coach que "desarrolla la labor de dinamizador del equipo, y realizan actividades en las que las personas desempleadas son los propios protgaonistas de sus procesos de empleabilidad".Jorge Nuño Maurelo, 33 años, licenciado en Derecho

Jorge Nuño es un jóven licendiado en Derecho que tampoco se ha emancipado. Sin embargo, su historia es distinta. Después de licenciarse estuvo siete años ejerciendo la profesión con un contrato indefinido. Él mismo, decidió dejar el trabajo para poder realizar el Master de Acceso a la Abogacía, ahora obligatorio para ejercer. Jorge no se ha ido de la casa de sus padres por razones familiares.