Soraya resiste el todos contra todos...y Rajoy espera en Doñana

    • Soraya fue la más emotiva al hablar de la dureza de gobernar y al referirse a las adolescentes acosadas. Salió como pudo del tema de la corrupción.
    • Rivera, el más nervioso, acusó a Rajoy de cobrar en B como ministro, y Pablo, sereno, acusó al PP de tratar a la gente como tontos. Sánchez, que fue el que más rió, se mantuvo de perfil, tranquilo y advirtiendo del pacto de derechas y ninguneando a Pablo.
Los cuatro candidatos en el debate de Atresmedia
Los cuatro candidatos en el debate de Atresmedia

El debate no tuvo un claro ganador. Porque fue un debate atropellado, en exceso, en el que hubo más ataques que propuestas, fue unPablo a por Pedro, Sánchez a por Rivera, Rivera equidistante aunque más duro que nunca con el PP, y Soraya contra todos. Salió viva Soraya, muy viva del envite. Natural y tranquila. Rajoy estaba en Doñana y ni siquiera vio la primera parte del debate. Preocupado no estaba.Rivera, el más nervioso y el que sale peor librado

El debate le sentó mal a Rivera, siempre excesivamente nervioso, muy lento a la hora de incorporarse al debate. Llegó tarde, se perdió con los papeles. Y estuvo a veces brusco, como cuando acusó a Rajoy de cobrar en B siendo ministro. Una acusación que le puede costar cara, porque le impide ahora incluso abstenerse si Rajoy es más votado que nadie.

Ya empezó Soraya haciendo un gesto que demostró sus reflejos políticos. Saludó a Herzog, de UPyD, uno de los grandes olvidados del debate junto a Garzón. E hizo reír a los que la recibieron en la televisión. Iba tranquila, sin mirar al teléfono, charlando amigablemente con su jefa de gabinete. Soraya atacó sin decirlo los proyectos personalistas de Podemos y C's, y con esa arma defendió a Rajoy. "Me gustan los proyectos compactos, no personalistas".Pablo habló para los suyos... ¿mileuristas?

Pablo fue más Pablo que nunca. Recuperado del revolcón con Ébole, tiene el discurso aprendido, sabe que decir que ha cobrado 900 euros, que los ricos no pagan impuestos y mandan a sus hijos a lo privado (por eso lo público no funciona), que en la sede de Génova han entrado durante 20 horas, que el PP pagó su sede con dinero negro. Sabía lo que tenía que decir y a quién se dirigía.

Sabe también Iglesias que es fácil decir que si un presidente no cumple se le puede echar a mitad de mandato con un referéndum. Dijo que quería un impuesto progresivo desde 60.00 a 300.000. Puede decir a Soraya que toma a los ciudadanos por tontos, pero medidas concretas, no dice. Sí repite que vayamos a ver 'Ocho apellidos catalanes' como solución para Catalunya además de votar... porque Pablo sabe que ganará en No. ¿Y si gana el sí? Eso nunca lo ha respondido. Pero Pablo estuvo tranquilo, sereno.

Empezaron pronto los ataques. "No tome usted a los ciudadanos por tontos", dijo Pablo a Soraya. Deberían ser autocríticos.

Solo Rivera le dio algo de árnica a Soraya en un inicio en el que intentó ser el equidistante, pero la lluvia de ataques, de tono suave, le afectó como a todos. Soraya le llegó a decir que él se creía el verdaderamente elegante y que su mano tendida era solo electoralismo. Y a Pedro que su partido es el que gasta y no paga, a proveedores por ejemplo.Soraya la más emotiva y con más carácter

¿Quién tuvo más carácter? Soraya.Fue la más emotiva al hablar de violencia de género dirigiéndose con fuerza a las jóvenes. Se acordó Soraya de los pensionistas, su base electoral más fuerte. "Hablar es muy fácil, gobernar es difícil, me gustaría haberles visto usted en el Consejo de Ministros cuando había miles de personas al día en la calle", espetó. Se hizo el silencio.

Pablo atacó a la línea de flotación de Soraya, no dijo casta. Dijo que él tuvo un contrato de poco más de 900 euros y que de eso el resto sabía poco. Eso sí de inglés, regular. Se lío Price Water House Cooper (ya se han creado consultoras de broma con su nombre). Y el debate se tensó entre Pablo y Soraya por la corrupción. "Luis sé fuerte fue contestado por Paga, Monedero, paga".Sánchez intentó ningunear a Pablo: No vas a ganar

Hubo promesas: Pedro Sánchez, sereno, pero poco participativo, de perfil, prometió triplicar el presupuesto de educación, derogar la reforma laboral y hacer un Estado Federal. Y dijo que ningún partido bajará los impuestos. O sea que el PSOE sabe que los tendrá que subir.Pedro habló de lo que había roto el PP, su objetivo era Soraya... y Pablo. Al que ninguneó siempre. Lo hizo cuando no le saludó y cuando le dijo que no iba a ganar las elecciones y eso los sabía todo el mundo.Soraya ha prometido también. Y no poco. Que no va a haber recortes.

Fantástico último minuto de Pablo Iglesias

Pablo acabó con un fantástico minuto final: "Solo quiero pedirles que no olviden las tarjetas black, la púnica, los deshucios, la gürtel, el luis se fuerte, los eres, la estafa de las preferentes, las colas en la sanidad, los recortes en educación, el 135 y la reforma laboral. La segunda que pido es que sonrían al 15M a las plazas, a los vecinos que paraban desahucios, a Ada Cola, a los autónomos y a los que se levantan a las 6 de la mañana para trabajary a los que no tienen donde ir a trabajar.A las madres que trabajan 25 horas y a los abuelos que se parten la espalda para estirar la pensión. Sonrían sonrían que sí se puede".

Impecable y con fuerza. Se recordará en la campaña.Ahí Pablo volvió a ser ese Pablo que sorprendió en su día. No sorprendió Soraya. Nadie esperaba que lo hiciera mal, que fracasara. Rajoy tampoco. No lo hizo.

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