El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, ha acudido a declarar ante la policía dentro de la investigación sobre una supuesta red de prostitución en Lille, en el norte de Francia.
Strauss-Kahn puede permanecer retenido durante 96 horas bajo el régimen de arresto, aunque diversas filtraciones en los últimos días apuntan a que se limitará a unos dos días. Luego puede ser puesto bajo investigación formal por beneficiarse de fondos malversados.
Los investigadores están intentando averiguar si ejecutivos franceses usaron cuentas de gasto corporativo para financiar fiestas sexuales con prostitutas.
Los agentes de la policía judicial llevan un año con esta investigación sobre una red de prostitución que tenía su centro de operaciones en el hotel Carlton de Lille y que ha conducido a la imputación de ocho personas por el momento.
Los investigadores tratan de determinar, en primer lugar, si Strauss-Kahn sabía que las mujeres con las que participó en correrías sexuales en París, Washington y Bruselas hasta mayo de 2011 eran prostitutas. De confirmarse, podría ser inculpado por complicidad en proxenetismo.
A continuación, el objetivo sería establecer si el anterior "número uno" del FMI estaba al corriente de que todos los gastos de esas correrías (viajes, hoteles, restaurantes, etcétera) de los que él no pagaba nada, se cargaban a las cuentas de las empresas de algunos de los presuntos responsables de la red.
Unos responsables que, en sus declaraciones, han afirmado que Strauss-Kahn no conocía el origen fraudulento del dinero.
Este segundo punto podría llevar a una acusación de receptación de abuso de bienes sociales, es decir, beneficiarse de unos fondos a sabiendas de que procedían de una malversación.
El político socialista francés solicitó a través de sus abogados declarar para dar su versión ante las continuas informaciones en los medios de comunicación de los últimos meses sobre su supuesta implicación en la conocida como red del Carlton.
Sombra de acusaciones sexuales
La carrera política de Strauss-Kahn, ex ministro de francés de Finanzas considerado durante un tiempo el principal aspirante en las elecciones presidenciales de 2012 en Francia, llegó a un abrupto final en mayo pasado tras ser acusado de agresión sexual a una camarera de un hotel en Nueva York.
No hizo declaraciones a los periodistas a su llegada a la comisaría de policía de Lille.
Strauss-Kahn abandonó su puesto en el Fondo Monetario Internacional tras conocerse el caso de Nueva York, aunque posteriormente se retiraron los cargos penales. Vinculado posteriormente con el caso de Lille, Strauss-Kahn dijo que quería hablar con la policía sobre el caso.
La investigación está centrada en una red que proporcionó supuestamente prostitutas a clientes del lujoso hotel Carlton en Lille. La policía quiere establecer si Strauss-Kahn sabía que las mujeres que participaban en las fiestas a las que acudió en París y Washington eran prostitutas.
Ocho personas, entre ellas dos empresarios de Lille, cercanos a Strauss-Kahn y un comisario de policía, han sido arrestados en el caso, y la firma de construcción Eiffage despidió a un ejecutivo del que se sospecha que usó fondos de la compañía para contratar a profesionales del sexo.
Frecuentar a prostitutas no es ilegal a Francia, pero Strauss-Kahn se arriesga a ser acusado si los investigadores deciden que sabía que las mujeres en las fiestas sexuales eran prostitutas o que se usaban fondos de la compañía para pagarlas.
El abogado de Strauss-Kahn Henri Leclerc ha dicho que su cliente no tenía razón para pensar que las mujeres que participaban en las fiestas a las que acudían eran prostitutas.
La acusación de intento de violación presentada contra Strauss-Kahn el año pasado por una escritora parisina fue archivada por la policía en octubre.
La camarera de Nueva York está llevando adelante una acción civil.
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