Talibanes aseguran que no habrá paz en Afganistán mientras haya tropas extranjeras

  • El nuevo líder de los talibanes afganos, que afronta una crisis interna de legitimidad, aseguró que la paz no volverá a Afganistán mientras siga habiendo tropas extranjeras en el país, escenario de un conflicto que dura desde 2001.

Diez soldados afganos murieron este martes en un ataque cometido con la ayuda de un rebelde infiltrado en el ejército, una nueva señal de la determinación del molá Ajtar Mansur de continuar con la yihad (guerra santa) emprendida tras la caída del régimen talibán hace 14 años.

En un mensaje difundido en la página web de los talibanes, "el emir de los creyentes" recurrió a la retórica habitual del grupo islamista, criticando a los "invasores y a quienes los apoyan" en Afganistán y defendiendo la legitimidad de su combate para "liberar" el país.

Se trata del primer mensaje del molá Mansur durante la fiesta musulmana del Aid al Adha desde que sucedió al molá Omar, cuya muerte fue anunciada a finales de julio.

"Si el gobierno de Kabul quiere el final de la guerra y la llegada de la paz, la ocupación debe cesar y los tratados militares con los invasores deben ser revocados", declaró.

El líder talibán hacía alusión al tratado bilateral de seguridad que autoriza la presencia de unos 13.000 soldados extranjeros, entre ellos casi 10.000 estadounidenses, en Afganistán desde el final de la misión de la OTAN en 2014.

Pero, aunque la referencia a la yihad no es nueva, la exhortación a revocar el tratado de seguridad es un elemento nuevo, considera el general afgano retirado Atiqulá Amarjil. "Al difundir este mensaje, Mansur intenta conseguir el apoyo de sus tropas y más concesiones" si se retoman las negociaciones de paz con Kabul, opina el general.

Los rebeldes islamistas habían entablado unas conversaciones inéditas con el gobierno afgano, a principios de verano (boreal) en Pakistán. Pero tras una primera ronda, las negociaciones se suspendieron tras el anuncio de la muerte del molá Omar, fallecido en 2013.

El nombramiento del molá Mansur como líder de los talibanes dio lugar a una fuerte polémica en el seno del movimiento. El hijo y el hermano del molá Omar se negaron en un primer momento a jurarle lealtad, antes de acabar cediendo. Le reprochaban haber sido elegido a raíz de un proceso expeditivo.

Algunos comandantes talibanes afirmaron a la AFP que la dirección del movimiento presionó a la familia del molá Omar para que acatara la decisión e indicaron que algunos siguen oponiéndose al nombramiento de Mansur.

El líder talibán afirmó que "esos rumores sin fundamento" son propagados por el "enemigo" y pidió "unidad" a sus tropas.

Las divisiones internas y el inicio de conversaciones de paz no impidieron que los talibanes lanzaran una violenta ofensiva en los últimos meses. Una oleada de atentados mortíferos golpeó Kabul, la capital afgana.

Este martes, 10 soldados afganos murieron en el norte del país cuando unos talibanes consiguieron entrar en su base con la ayuda de un cómplice infiltrado entre los militares.

Ese "ataque interior" tuvo lugar durante la madrugada en la provincia de Jowzjan, habitualmente tranquila, según Lutfolá Azizi, el gobernador.

Según él, el cómplice permitió la entrada de los rebeldes islamistas "tras matar a cuatro soldados con una granada". "Los talibanes apresaron a los demás militares y ejecutaron a seis de ellos. Otros tres consiguieron escapar", explicó Azizi.

Más al este, en la provincia de Balj (norte), una bomba de fabricación casera mató este martes a cuatro policías, según el director adjunto de la policía provincial, Abdul Razaq Qaderi, y Munir Farhad, portavoz del gobierno interino.

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