Tanatorio del Ejército de EEUU perdió miembros de soldados muertos en guerra

  • El tanatorio de las Fuerzas Aéreas que recibe a los soldados de EE.UU. muertos en Afganistán e Irak perdió restos mortales en dos ocasiones en 2009 y manipuló indebidamente otros sin notificar a las familias, según un informe.

Washington, 8 nov.- El tanatorio de las Fuerzas Aéreas que recibe a los soldados de EE.UU. muertos en Afganistán e Irak perdió restos mortales en dos ocasiones en 2009 y manipuló indebidamente otros sin notificar a las familias, según un informe.

En una carta enviada hoy al presidente Barack Obama, la consejera especial del Gobierno, Carolyn Lerner, reveló que las Fuerzas Aéreas desarrollaron una investigación interna durante un año y medio para averiguar detalles de los sucesos y sancionaron a tres funcionarios por su "grave fallo de gestión".

Sin embargo, la división del Ejército no consideró que hubiera "mala conducta" en el proceder de los responsables del depósito de cadáveres de la base aérea de Dover (Delaware), que recibe los cuerpos de los caídos en las guerras que Estados Unidos mantiene abiertas, Irak y Afganistán.

Los funcionarios perdieron en total tres partes de los cuerpos de soldados muertos en combate y decidieron, sin embargo, que no era necesario notificar a las familias, según la investigación citada por Lerner.

En otro caso, el brazo de un marine estadounidense fue desmembrado con un hacha para "hacer que su cuerpo cupiera dentro de un uniforme militar" y la extremidad quedó colocada después dentro del pantalón del fallecido sin pedir consejo ni autorización a sus familiares.

El informe también denuncia el envío de algunos restos humanos a Dover en "bolsas de plástico" introducidas en cajas del mismo material reutilizadas, así como un episodio en el que el tanatorio no notificó a sus empleados de que uno de los cuerpos podía estar infectado con una grave forma de tuberculosis, con lo que les expuso al posible contagio.

Lerner tildó la investigación interna de las Fuerzas Aéreas de "insuficiente", al considerar que la entidad no tomó la "acción disciplinaria suficiente" contra los funcionarios "responsables de mala conducta".

Aunque la institución cambió su política tras el informe, para hacer obligatorio el permiso de los familiares antes de alterar los restos humanos, Lerner denunció que no notificaron a las familias de los soldados implicados en estos casos hasta que la Oficina de la Consejera Especial se disponía a mandar su informe al presidente.

"El tanatorio de los militares de Estados Unidos debería garantizar las mejores condiciones y mejores prácticas", indicó Lerner en su carta. "Estos acontecimientos son profundamente preocupantes, al igual que lo es la negativa de las Fuerzas Aéreas a reconocer su culpabilidad".

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