Tres muertos al caer otro obús sobre Goma, en la frontera de Congo con Ruanda

  • Tres personas murieron hoy como consecuencia de un proyectil lanzado, por segundo día consecutivo, sobre la ciudad de Goma, situada en el extremo este de la República Democrática del Congo (RDC), informó hoy la emisora congoleña "Radio Okapi".

Nairobi, 24 ago.- Tres personas murieron hoy como consecuencia de un proyectil lanzado, por segundo día consecutivo, sobre la ciudad de Goma, situada en el extremo este de la República Democrática del Congo (RDC), informó hoy la emisora congoleña "Radio Okapi".

El obús impactó esta mañana en el barrio de Ndosho, en el oeste de la ciudad, escenario de enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas de la República Democrática de Congo (FARDC) y el grupo rebelde M23.

Tras la reanudación en los últimos días de los ataques a la ciudad, ubicada en la frontera con Ruanda y colindante con la ciudad ruandesa de Guisenyi, se registraron hoy protestas por la situación de inseguridad.

El portavoz de la Misión de la ONU en el Congo (MONUSCO), Felix-Prosper Basse, ha llamado a los habitantes de Goma a "dejar (a las fuerzas de la ONU) hacer su trabajo", en declaraciones a "Radio Okapi".

"Comprendo su dolor, quiero expresar mis condolencias a las familias de las víctimas y la voluntad de la MONUSCO de no ceder a las provocaciones y responder firmemente", añadió.

El Ayuntamiento de Goma, en esa misma línea, ha llamado a la población a mantener "la serenidad", según la emisora.

Ayer murieron otros dos civiles y catorce resultaron heridos por cuatro proyectiles lanzados sobre Goma, según informó el vicegobernador de Kivu del norte, Feller Lutahichirwa.

Al respecto, las autoridades congolesas acusaron ayer a Ruanda de "crímenes de guerra" al asegurar que los proyectiles que alcanzaron Goma fueron lanzados desde Ruanda y no desde posiciones de los rebeldes del M23.

"Este acto de Ruanda dirigido a la población civil son crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad", advirtió ayer el portavoz del Gobierno congoleño, Lambert Mende.

El portavoz del ejecutivo congoleño emplazó a Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional a "sacar conclusiones".

En el este del Congo, también ayer, murieron al menos 17 milicianos del grupo rebelde M23 y dos civiles, en una contraofensiva lanzada por el Ejército congolés sobre la ciudad de Kibati y sus alrededores, en la provincia de Kivu del Norte.

El jefe de la MONUSCO, Martin Klober, ordenó el jueves a sus tropas "reaccionar y tomar cualquier medida que sea necesaria para proteger a los civiles y prevenir el avance del M23".

El M23 lo forman soldados congoleños amotinados, algunos de ellos miembros del antiguo Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo supuestamente fieles al rebelde Bosco Ntaganda, procesado por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra.

El pasado 20 de noviembre, el M23 tomó la estratégica ciudad de Goma, capital de Kivu del Norte, lo que motivó el desplazamiento de cientos de miles de personas y amenazó con un conflicto de repercusiones regionales.

La RDC está inmersa en un frágil proceso de paz tras la segunda guerra del Congo (1998-2003), que implicó a varios países africanos, y tiene desplegados en su territorio a unos 19.000 efectivos de la ONU.

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