Un tribunal reduce a cadena perpetua una pena de muerte decretada contra el guía supremo de Hermanos Musulmanes

  • Un tribunal de Egipto ha condenado este lunes a cadena perpetua al guía supremo de la organización islamista Hermanos Musulmanes, Mohamed Badie, en la repetición de un proceso en el que había sido sentenciado a muerte.
EUROPA PRESS

El Tribunal Criminal de Giza ha anunciado la misma sentencia contra otros dos condenados, mientras que dos han sido sentenciados a cinco años de cárcel y otros 21 han sido absueltos.

Los condenados a muerte son Badie, Mahmud Ghozlan y Hossam Abu Bakr. Entre los absueltos hay dos periodistas: Hani Salá el Din y Ahmed Sobai, según ha informado el diario local 'Al Ahram'.

El abogado del guía supremo de Hermanos Musulmanes, Abdel-Moneim Abdel-Maqsud, ha confirmado que, de esta forma, no pesa ninguna pena de muerte contra Badie.

En el primer juicio, cerrado en abril de 2015, Badie y otras trece personas fueron condenadas a muerte, mientras que otras 37 fueron sentenciadas a cadena perpetua, por establecer una 'sala de operaciones' en la acampada de protesta levantada en verano de 2013 en la plaza cairota de Rabaa al Adawiya.

La acampada en Rabaa al Adawiya, junto a la establecida en la plaza de Nahda, fue levantada para protestar contra el derrocamiento del entonces presidente electo, Mohamed Mursi, a través de un golpe de Estado militar. Las acampadas fueron asaltadas y desmanteladas por el Ejército en agosto de 2013.

La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) aseguró que el asalto se había saldado con la muerte de 817 personas, "y más probablemente, al menos mil", si bien el Gobierno cifró las víctimas en poco más de 600, entre ellas 43 soldados.

El Gobierno de Abdelfatá al Sisi, que accedió al poder tras imponerse sin apenas oposición en las presidenciales celebradas meses después del derrocamiento de Mursi, ha lanzado una campaña contra Hermanos Musulmanes y los grupos revolucionarios que encabezaron las protestas que provocaron la caída del régimen de Hosni Mubarak en 2011.

Las nuevas autoridades declararon a Hermanos Musulmanes como una organización terrorista, incrementando su presión contra el grupo y sus miembros.

La campaña, dirigida también contra activistas opositores, se ha saldado por el momento con miles de encarcelados y condenados por diversos cargos en juicios que han sido denunciados por las ONG internacionales por su falta de transparencia.

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