Turquía juzga a los dos líderes del sangriento golpe militar de 1980

Dogan Tiliç

Ankara, 4 abr.- Los dos líderes que siguen con vida del cruento golpe militar en Turquía de 1980 se enfrentan desde hoy a un juicio, seguido por miles de personas, entre ellos muchos familiares de las decenas de miles de torturados y centenares de muertos bajo el régimen castrense.

El 12º Tribunal de Delitos Graves de Ankara juzga a Kenan Evren y Tahsin Sahinkaya, los dos únicos supervivientes de la asonada de 1980, comandada por cinco militares bajo el liderazgo de Evren, entonces jefe del Estado Mayor del Ejército y después presidente de Turquía entre 1982 y 1989.

A las pocas horas del comienzo, la corte decidió aplazar la lectura del acta de acusación porque los dos acusados no han comparecido en esta primera sesión debido a problemas de salud.

La Fiscalía pide la cadena perpetua tanto para Evren, de 94 años, como para Sahinkaya, de 86, pero ambos están actualmente hospitalizados y disponen de certificados médicos que les eximen de presentarse en el tribunal.

El proceso empezó hoy en medio de enormes medidas de seguridad y seguido a pie de juzgado por miles de personas, muchos de ellos víctimas o hijos de víctimas del golpe, que piden justicia.

Las carreteras adyacentes al tribunal están cerradas al tráfico y el juicio empezó con una hora de retraso debido a la enorme muchedumbre que sitiaba el edificio.

Los abogados de las víctimas han pedido la detención preventiva de los dos acusados, para obligarlos a hacerlos comparecer, tal y como establece la ley, y el juez ha decidido que sin la presencia física de éstos no se puede leer el acta de acusación.

El juicio se atrasó además porque aún no ha llegado el informe del Instituto Forense que debe atestiguar la frágil salud de los generales para que se acepte su derecho a no comparecer.

Bülent Hayri Aca, el abogado de Kenan Evren, alegó que el Tribunal no tiene autoridad para juzgar a su cliente, presidente del país entre 1982 y 1989, tras ratificarse una Constitución en 1982 en un referéndum aprobado con el 92% de los votos.

Acar aseguró que la actuación de los generales tuvo una base constitucional y detalló que lo que ocurrió el 12 de septiembre de 1980 "es un golpe, pero este tribunal no tiene autoridad de juzgarlo, porque la Constitución aprobada por el pueblo protege el periodo entre 1980 y 1983: la Constitución no puede ser juzgada".

El Tribunal rechazó la alegación y decidió continuar con el juicio en el que Evren y Sahinkaya están acusados de "disolver el Parlamento de la República Turca" y de "derrocar el Gobierno por la fuerza".

El artículo 15 de la Carta Magna turca, aprobada en 1982 aún bajo régimen militar, preveía que ni los líderes del golpe, ni nadie que ocupaba un cargo oficial en aquellos años podía ser juzgado por sus actos, una cláusula anulada en la reforma constitucional del 12 de septiembre de 2010, exactamente 30 años después del golpe.

Los partidos de la oposición, como el socialdemócrata CHPH o el ultraderechista MHP, hicieron campaña contra esta reforma, porque el paquete incluía numerosas otras medidas consideradas demasiado favorables al partido en el poder, el moderadamente islamista Justicia y Desarrollo (AKP).

Pero hoy, tanto el CHP como el MHP están personados en el juicio contra los dos generales, junto al Parlamento, el propio Gobierno y centenares de familiares de víctimas del golpe.

El golpe de 1980 tuvo resultados sangrientos: según estimaciones oficiales del Ministerio de Justicia, los militares arrestaron a más de 650.000 personas, torturaron a casi todos los detenidos, sentenciaron a muerte a 517 y ejecutaron a 50, entre ellos un adolescente de 17 años.

Además, se documentó la muerte bajo tortura de 171 detenidos; 14 fallecieron durante sus huelgas de hambre, 43 cometieron, supuestamente, suicidio, 95 murieron en "enfrentamientos" y 16 recibieron un disparo mortal en un "intento de fuga".