Ultras. Interior aplicará la “máxima contundencia” contra los violentos en el deporte


El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, anunció hoy la “máxima contundencia” contra la violencia en el fútbol, después de que el pasado 30 de noviembre muriese en Madrid el seguidor deportivista Francisco Javier Romero Taboada, alias ‘Jimmy’, que supuestamente participó en una pelea con miembros del Frente Atlético.
Martínez se refirió a esta cuestión en el Congreso, donde esta mañana compareció, junto al secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, para valorar lo ocurrido con esta pelea de hace diez días y por qué las Fuerzas de Seguridad no la impidieron.
El ‘número dos’ de Interior, en su turno de réplica a los grupos parlamentarios, anunció que su departamento actuará con la “máxima contundencia” contra violencia en el deporte, igual que hace contra este tipo de conductas en otros ámbitos de la sociedad.
El secretario de Estado expresó su “compromiso firme” para actuar contra los ultras y dijo que reforzarán la Ley contra la Violencia en el Deporte, que data de 2007, y tomarán “muchas medidas” para que la firmeza contra la violencia relacionada con el deporte sea “más clara y más contundente”.
DESTITUCIÓN “RAZONABLE”
Además, Martínez debió justificar su decisión de relevar a los coordinadores de seguridad del Atlético y el Deportivo de La Coruña, que son dos inspectores de la Policía Nacional. En este sentido, el agente asignado al club gallego envió un correo electrónico y realizó una llamada telefónica para informar de que unos 50 aficionados coruñeses podían viajar a Madrid para el partido con el equipo colchonero.
A este respecto, el secretario de Estado se refirió a que, tras el fallecimiento de una persona en los incidentes del 30 de noviembre en la capital, es “razonable” relevar a los coordinadores de seguridad de los clubes afectados. No obstante, remarcó que los únicos responsables de lo sucedido fueron los ultras del Frente Atlético y de los Riazor Blues.
Asimismo, explicó a que el coordinador de seguridad del Deportivo facilitó una “información imprecisa” sobre el viaje de los aficionados ultras de los Riazor Blues, al tiempo que no proporcionó “ninguna información” sobre si estos seguidores radicales tenían entradas. El propio ‘número dos’ de Interior aseguró que esto acabó sucediendo, ya que estos aficionados deportivistas se hicieron un unas 110 entradas para entrar en el Vicente Calderón.
Por su parte, Antonio Trevín, en nombre del PSOE, pidió el cese del jefe superior de la Policía Nacional en Madrid y de la delegada del Gobierno en la capital, Cristina Cifuentes. Según este diputado, el responsable policial madrileño debía haber tomado medidas preventivas, porque había “informaciones suficientes” de que podía haber un altercado entre las aficiones atlética y deportivista.
CESE DE CIFUENTES
Además, Trevín acusó a Cifuentes de no haber tomado las medidas adecuadas porque está más preocupada por sus “compromisos sociales” y se encuentra embarcada en una “carrera local” por conseguir encabezar la lista del PP al Ayuntamiento o a la Comunidad de Madrid.
En esta misma línea, Ricardo Sixto, de IU, reclamó que, por la muerte del aficionado deportivista y por lo ocurrido el 30 de noviembre en Madrid, se asuman responsabilidades “a algún nivel más” que el de los coordinadores de seguridad de los clubes afectados. Según este portavoz, había “todos los indicios” para actuar con más contundencia.
Por su parte, Joan Guillaumes, de CiU, dijo que le parecía “increíble” que la Policía Nacional no hubiera tomado medidas preventivas más claras cuando desde “dos semanas antes” se sabía que los radicales del Atlético y del Deportivo se estaban citando de cara al partido que iba a enfrentar a sus clubes en la capital.

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