Un jurado vuelve a juzgar a 5 jóvenes latinoamericanos por matar a un chico marroquí

  • Barcelona.- Un jurado popular repite hoy en la Audiencia de Barcelona el juicio contra cinco jóvenes, al parecer vinculados a una banda latina, que en 2008 fueron condenados por el asesinato a puñaladas de un chico marroquí en Rubí (Barcelona), en una sentencia que después se anuló por defectos en el veredicto.

Un jurado vuelve a juzgar a 5 jóvenes latinoamericanos por matar a marroquí
Un jurado vuelve a juzgar a 5 jóvenes latinoamericanos por matar a marroquí

Barcelona.- Un jurado popular repite hoy en la Audiencia de Barcelona el juicio contra cinco jóvenes, al parecer vinculados a una banda latina, que en 2008 fueron condenados por el asesinato a puñaladas de un chico marroquí en Rubí (Barcelona), en una sentencia que después se anuló por defectos en el veredicto.

Los cinco acusados fueron declarados culpables por un jurado popular y condenados a penas de 15 años de prisión por asesinato, pero el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) anuló posteriormente la sentencia y ordenó repetir el juicio, al considerar que el veredicto no detallaba el grado de participación de cada uno de ellos en el crimen.

El TSJC confirmó sólo la pena al autor material del apuñalamiento, que había sido condenado a veinte años de cárcel, así como de otro joven al que sólo se imputó una falta de lesiones y a un tercero que resultó absuelto.

Los cinco jóvenes que desde hoy vuelven a sentarse en el banquillo, y que se encuentran en libertad provisional una vez agotado el plazo máximo de prisión preventiva, afrontan la misma pena que la Fiscalía solicitaba desde un principio para ellos -23 años de cárcel- como cooperadores necesarios en el asesinato, perpetrado por Leonardo Enrique Cuadros.

El autor material del crimen acabó el 14 de marzo de 2004 con la vida del joven marroquí Ali Meddahi asestándole veinte puñaladas, mientras sus amigos lo golpeaban, sin que los acusados hicieran nada para impedir el crimen, según mantiene la Fiscalía en sus conclusiones provisionales.

Otros dos menores de edad también fueron condenados por lesiones por haber golpeado a la víctima, a quien el grupo latino se encontró en la calle, muy borracha, cuando salían de una fiesta particular y se disponían a coger un coche para ir a una discoteca.

El crimen ocurrió en un momento de gran tensión social y apenas tres días después de los atentados terroristas de Madrid, por lo que las autoridades se apresuraron a desvincularlo del 11-M y lo atribuyeron a un enfrentamiento entre bandas juveniles de latinoamericanos y magrebíes.

El trasfondo del asesinato, sin embargo, no llegó a aclararse en el primer juicio con jurado popular, en el que todos los procesados, vestidos con una estética completamente ajena al mundo pandillero, negaron que integraran una banda latinoamericana.

Además, Dennis Eduardo L., el joven que delató a los procesados y explicó a la policía que eran Latin Kings, y que incluso facilitó los apodos de los miembros de la pandilla, se acogió a su derecho a no declarar cuando fue interrogado en el anterior juicio sobre su pertenencia a esa banda latina.

Por su delación, Dennis Eduardo L., uno de los cinco jóvenes que son juzgados de nuevo y que declarará mañana, tuvo que ser trasladado a otra prisión tras recibir amenazas del resto de miembros del grupo, según explicó él mismo en el juicio.

El crimen, que era al menos el tercer incidente grave que ocurría en Rubí entre jóvenes latinoamericanos y magrebíes, desembocó en enfrentamientos entre chicos de ambos colectivos que tuvo que atajar la policía.

De hecho, al día siguiente al asesinato un centenar de magrebíes se concentraron frente a la estación de tren de Rubí en protesta por el crimen y, tras proferir insultos contra el colectivo latinoamericano, acabaron persiguiendo por las calles a jóvenes ecuatorianos, que tuvieron que ser protegidos por los agentes.

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