Un segundo médico ruso acusado de provocar la muerte de un abogado en prisión

  • Un segundo médico de la prisión preventiva moscovita de Butirka fue acusado hoy formalmente de causar la muerte del abogado ruso Serguéi Magnitski, al privarle de asistencia sanitaria.

Moscú, 12 ago.- Un segundo médico de la prisión preventiva moscovita de Butirka fue acusado hoy formalmente de causar la muerte del abogado ruso Serguéi Magnitski, al privarle de asistencia sanitaria.

La doctora Larisa Litvínova "ha sido acusada de causar la muerte por imprudencia temeraria, según el artículo 109 del código penal ruso", informó Vladímir Markin, portavoz del Comité de Instrucción de Rusia (CIR), citado por las agencias locales.

Markin añadió que, "en el marco de la investigación, se estableció una vinculación directa entre la muerte de Magnitski y las acciones de los médicos de la prisión preventiva".

Recordó que otro doctor, Dmitri Krátov, ya fue acusado formalmente de negligencia, al negarse a proporcionar asistencia sanitaria al abogado, que falleció en noviembre de 2009 y cuya muerte provocó un aluvión de críticas por parte de Occidente.

Recientemente, Markin reconoció que la ausencia de diagnóstico fue lo que causó el fallecimiento de Magnitski, uno de los casos más graves de violación de los derechos humanos en Rusia.

"El médico que trataba a Magnitski, Larisa Litvínova, no diagnosticó sus principales enfermedades, lo que condujo a la muerte" del abogado, señaló.

Según los resultados del examen médico practicado por renombrados especialistas, Magnitski sufría diversas cardiopatías, diabetes y hepatitis, afecciones que condujeron a su fallecimiento entre rejas.

El anuncio del CIR no fue recibido con júbilo por la familia de la víctima, cuya abogada aseguró que entre los acusados deberían figurar no sólo los médicos que se negaron a tratarlo en prisión.

"El círculo de personas entre las que se dirime responsabilidades penales no debe limitarse a los médicos. En la muerte de Magnitski están implicadas otras personas", indicó la abogada Yelena Oreshnikova a la agencia Interfax.

Añadió que los funcionarios de la prisión de Butirka también deberían comparecer ante la Justicia.

Por su parte, la veterana activista rusa Liudmila Alexéyeva opinó que las autoridades intentan utilizar a los médicos como chivos expiatorios, mientras funcionarios y miembros de las fuerzas de seguridad quedan en libertad.

Magnitski, consultor jurídico del fondo de inversiones Hermitage Capital Management, denunció la existencia de una red de policías corruptos que malversaron fondos estatales por valor de decenas de millones de dólares.

Tras sus revelaciones, fue acusado de estar implicado en la evasión de 5.400 millones de rublos (unos 180 millones de dólares), tras lo cual ingresó en prisión preventiva, donde falleció a los 37 años.

Tanto el Parlamento Europeo como los activistas pro derechos humanos consideran que las fuerzas de seguridad rusas le detuvieron y, posteriormente, le denegaron cuidados médicos para silenciar sus denuncias de corrupción policial.

El Departamento de Estado norteamericano ha elaborado una lista negra de funcionarios de prisiones, jueces, fiscales, policías e investigadores implicados en la muerte de Magnitski que no podrán viajar a Estados Unidos.

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