Una fallo judicial abre las puertas de la primera lusa al histórico Boavista

  • El Boavista, uno de los históricos del fútbol luso, que actualmente milita en tercera división, podría regresar a la primera después de que un Tribunal de Lisboa considerase nula la reunión en la que se dictaminó en 2008 el descenso del club a segunda por supuesta corrupción.

Lisboa, 28 feb.- El Boavista, uno de los históricos del fútbol luso, que actualmente milita en tercera división, podría regresar a la primera después de que un Tribunal de Lisboa considerase nula la reunión en la que se dictaminó en 2008 el descenso del club a segunda por supuesta corrupción.

El Tribunal Administrativo y Fiscal de Lisboa consideró nula la reunión del Consejo de Justicia (CJ) de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF) que confirmó el descenso del club por coacción sobre los árbitros por parte de sus dirigentes.

El presidente del Boavista, Alvaro Braga Júnior, dijo hoy que espera ver a su equipo en la categoría de oro -"no puede ser de otra forma"-, aunque mostró cautela ante un posible recurso.

"Hoy es el día del primer paso. No siento que volví a la primera división, porque siento que nunca salimos de allí. Sé que puede haber un recurso, pero también sé que la FPF tiene una nueva estructura y que es un buen momento para entender si los nuevos elementos se identifican en lo que los otros hicieron", apuntó.

A pesar de que la Justicia ordinaria abre "una ventana" a los deseos de promoción del Boavista, especialistas en derecho deportivo consideraron que el Consejo de Justicia de la FPF podría volver a repetir la reunión que dictaminó el descenso de la entidad.

El Boavista, club con sede en Oporto que ostenta una Liga y cinco Copas, estuvo salpicado por el proceso del "Silbato Dorado", que incluye investigaciones por supuestos casos de corrupción y tráfico de influencias en el fútbol profesional portugués durante la década pasada.

Dos máximos dirigentes del Boavista, Valentim Loureiro y su hijo Joao, fueron acusados de "corrupción activa" en 2008, mientras que al presidente del Oporto, Nuno Pinto da Costa, se le acusó de tráfico de influencias, corrupción en el deporte y falsificación de documentos.

Pinto da Costa llegó a ser condenado a dos años de inhabilitación por la el CJ de la FPF, pero fue posteriormente exculpado por la justicia ordinaria.

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