Una médico tendrá que pagar 125.000 euros a los padres de una niña que murió

  • Una médico del Servicio Extremeño de Salud (SES) ha sido condenada por el Juzgado de lo Penal Número 2 de Cáceres a pagar 125.000 euros a los padres de una niña de 17 meses que murió tras haber sido atendida en el centro de salud del Casar de Cáceres.

Cáceres, 15 oct.- Una médico del Servicio Extremeño de Salud (SES) ha sido condenada por el Juzgado de lo Penal Número 2 de Cáceres a pagar 125.000 euros a los padres de una niña de 17 meses que murió tras haber sido atendida en el centro de salud del Casar de Cáceres.

A la acusada, M.G.C., se le considera culpable de una falta de imprudencia leve por la muerte, en febrero del 2009, de una niña de 17 meses a la que atendió tras ser trasladada desde la guardería en la que se encontraba en la localidad de Casar de Cáceres.

El asunto se ha resuelto con una falta leve, pero inicialmente se le imputaba un delito de homicidio por imprudencia, por el que el fiscal pedía para ella 1 año de prisión y 3 de inhabilitación para el ejercicio de la medicina, así como el pago de 200.000 euros de indemnización a los padres de la niña.

Las partes llegaron a un acuerdo por el que el enfermero, que también estaba acusado, fue absuelto, mientras que la doctora fue condenada a pagar una indemnización de 125.000 euros a los padres, que pagará en gran parte la compañía de seguros que tiene a nivel profesional.

La sentencia resuelve que no es condenada a prisión ni será inhabilitada para ejercer la medicina, aunque por la falta tiene que pagar una multa de 180 euros.

Los hechos por los que estos dos facultativos se han visto ante la Justicia ocurrieron el 5 de febrero del 2009.

La sentencia recoge como hechos probados que todo comenzó en la guardería del Casar donde llevaban a la pequeña.

Sobre las 15.25 horas comenzó a sufrir convulsiones y tenía antecedentes de crisis convulsivas desencadenadas por la fiebre.

Dos empleadas la llevaron al centro de salud, donde fue atendida por la médico de guardia, auxiliada por el ATS.

Pero la niña no mejoraba y los padres, "visto que no se iba a personar en el lugar ninguna ambulancia, pues no se había llamado", decidieron trasladarla, en su propio vehículo, al hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres.

Una vez en este, ante "el mal estado general" que la niña presentaba, fue trasladada ese mismo día al Hospital Universitario de Salamanca donde seis días después, el 11 de febrero, fallecía "por un fracaso multiorgánico post anoxia".

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