Una nueva encuesta vuelve a confirmar que el escenario electoral que se presenta este año es cuanto menos bastante incierto. Según el ObSERvatorio del mes de marzo, cuatros partidos se debaten la presidencia de España: Podemos, Ciudadanos, PP y PSOE.
Un 23,4% de los electores se decanta por la formación de Pablo Iglesias. Le sigue el Partido Popular, que con 22 puntos porcentuales retrocede 2,6 desde enero. El PSOE permanece estancado como tercera fuerza con un 19% y Ciudadanos sigue ascendiendo con fuerza para situarse en casi un 19%.
Al igual que la encuesta de Metroscopia publicada en El País el pasado fin de semana, cuatro fuerzas compiten casi sin igualdad de condiciones.Podemos, PP, PSOE y Ciudadanos basculan en los veinte puntos porcentuales. Y por detrás, se encuentran la histórica Izquierda Unida, con un 2,9%, y UPyD, con un 2,3%, que no dejan de perder apoyo.Fin del bipartidismo
Los dos grandes partidos protagonistas del bipartidismo de las últimas décadas apenas logran retener un 30% de aquellos que en su día les escogieron como primera opción política.
Este nuevo estudio demoscópico vuelve a confirmar una máxima que no deja de repetirse en los últimos meses: ha llegado el fin del bipartidismo.
La consolidación de Podemos, la desilusión de los votantes del PSOE y del PP, y el crecimiento fulgurante de Ciudadanos, han convertido la lidia electoral en cosa de cuatro.
El ObSERvatorio analiza al votante y concluye que Podemos se alimenta de la diáspora de votantes de otras formaciones. Los antiguos votantes del PSOE representan hasta un 28,6% y casi un 20% serían antiguos votantes de Izquierda Unida. Y también atrae a ciudadanos que hasta ahora no habían definido sus preferencias políticas o que emitieron su voto en blanco o nulo (24,25%).
Por su parte, la formación naranja de Albert Rivera absorbe a los votantes desencantados del PP. Hasta un 40% de los que aseguran que hoy votarían a Ciudadanos eligieron al PP en las elecciones de 2011. También arrastra apoyos de su formación coetánea, UPyD, casi un 15%. Más de un 13% surgirían de los antiguos votantes del PSOE y un 21% de ciudadanos que hasta ahora no tenían un líder preferente y ahora manifiestan su intención de votar por Albert Rivera.
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