Unicef denuncia el “alarmante” aumento de ataques suicidas con mujeres y niñas en nigeria


El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) denunció este martes el “alarmante” aumento de ataques suicidas perpetrados en el noreste de Nigeria en lo que va de año y en los que se utiliza a mujeres y niñas para que detonen bombas o cinturones explosivos en lugares concurridos, como mercados y estaciones de autobuses.
Esta agencia de la ONU señaló que el año pasado se registraron 26 ataques suicidas en esta región, donde el grupo terrorista Boko Haram comete ataques, en comparación con los 27 ataques de enero a mayo de 2015, en los que se utilizaron a mujeres y niños en al menos tres cuartas partes de los incidentes.
"Los niños no están instigando los ataques suicidas; son utilizados intencionalmente por los adultos de la manera más horrible", dijo Jean Gough, representante de UNICEF en Nigeria, quien añadió que "ellos son ante todo víctimas, no perpetradores".
Desde julio de 2014, se han producido nueve incidentes de suicidio que involucran a niñas de entre 7 y 17 años aproximadamente, todas ellas niñas, cuyas identidades y edades no han sido verificadas por Unicef, ya que las estimaciones se basan principalmente en relatos de testigos.
Unicef indicó que unos 743.000 niños han sido desplazados por el conflicto en los tres estados más afectados de Nigeria y que el número de menores no acompañados y separados podría ascender a 10.000.
Gough recalcó que “muchos niños han sido separados de sus familias cuando huyeron de la violencia, sin nadie que cuide de ellos". "Sin la protección de sus familias, estos niños tienen mayor riesgo de explotación por parte de los adultos, y esto puede dar lugar a su participación en actividades delictivas o con grupos armados", añadió.
JURAMENTO PRESIDENCIAL
Unicef mostró su temor de que la creciente utilización de niños como atacantes suicidas podría llevar a que los menores sean percibidos como una amenaza potencial, lo que pondría a todos los niños vinculados a grupos armados en riesgo de represalias e impediría su rehabilitación y reinserción en la comunidad.
Esta organización y sus aliados trabajan con las autoridades nacionales para reducir la vulnerabilidad de los niños, identificando a los que no tienen padres o familiares, y dándoles la atención adecuada. Además, más de 35.000 menores han recibido apoyo psicosocial para que puedan hacer frente al sufrimiento agudo que sufren como consecuencia del conflicto.
Dado que se espera que el próximo presidente de Nigeria preste juramento en esta semana, Unicef hizo un llamamiento a las autoridades nigerianas para que pongan en el centro de su agenda política la seguridad y el bienestar de todos los niños, especialmente los afectados por el conflicto en el noreste.

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