Madrid, 25 ene.- Más de 20.000 militares españoles han participado en la misión en Afganistán, que mañana cumple diez años al conmemorarse la llegada de los primeros efectivos a Kabul para iniciar una operación que ha costado hasta ahora casi 2.500 millones de euros y se ha cobrado la vida de cerca de un centenar de soldados.
Con estos datos, la misión en Afganistán se ha convertido en la más costosa y mortal de las operaciones en el exterior desarrolladas por España en los últimos 20 años.
Tras partir el 25 de enero de 2002 desde la base militar de Zaragoza, los primeros dos aviones Hércules aterrizaron un día después en el aeropuerto de Kabul, con un grupo de 26 militares que constituían una avanzadilla de los 450 que se desplegarían posteriormente por territorio afgano dentro de la operación internacional ISAF (Fuerza Internacional de Seguridad y Asistencia).
Bajo el mando del coronel Jaime Coll, el primer contingente estaba formado por su Jefatura y la Plana Mayor, una compañía de Zapadores, una unidad de transmisiones de la Brigada de Cazadores de Montaña de Jaca, tres equipos de desactivación de explosivos de Pontoneros y especialistas ingenieros.
España, que actualmente tiene en el país asiático alrededor de 1.500 soldados, participa en la misión de paz en Afganistán dentro de la ISAF, integrada por unos 130.000 efectivos de 48 países.
Según los datos que maneja Defensa, en estos diez años se han gastado 2.490 millones de euros, de los que 450 millones correspondieron al pasado año.
España se ha comprometido a continuar en Afganistán hasta 2014. El calendario a seguir establece que el comienzo del repliegue comenzará después del verano, con la vuelta del 10 por ciento. Otro 40 por ciento lo hará en 2013 y el resto en 2014.
Actualmente el contingente español se encarga de la provincia de Badghis y dirige la Base de Apoyo Avanzada (FSB), en Herat, y lidera el Equipo de Reconstrucción Provincial (PRT), de Qala i Naw.
Asimismo mantiene instructores encargados de la formación del ejército afgano cerca de Herat -en los llamados equipos OMLT- y militares repartidos en el cuartel general de ISAF en Kabul y en el Centro Regional Oeste de Herat.
La llegada de las primeras tropas a Afganistán se produjo después de que el Consejo de Ministros aprobara el envío de un máximo de 485 soldados de los Ejércitos de Aire y Tierra en diciembre de 2001.
Este número se mantuvo hasta enero de 2003, fecha en la que se produjo una reducción, quedando básicamente la unidad de ingenieros y otra de apoyo al despliegue aéreo, con un total de 130 efectivos.
El 2 de julio de 2004 el Gobierno decidió aumentar el número de tropas españolas hasta un máximo de 540 efectivos para atender un hospital de campaña en Kabul.
Además, España aumentó sus tropas para apoyar la seguridad en las elecciones presidenciales de 2004 y en las legislativas de 2005, con el envío de un batallón de 500 soldados por un máximo de noventa días, con lo que llegó a tener en esos periodos hasta 1.040 efectivos en el país.
A partir de mayo de 2005 parte del contingente español se trasladó al oeste de Afganistán en apoyo a la expansión de ISAF.
Ese mes los españoles constituyeron la Base de Apoyo Avanzada en Herat y, tres meses después, España se hizo cargo del PRT de Qala i Naw.
En mayo de 2006, ante el aumento de operaciones militares en la zona, el Consejo de Ministros decidió reforzar las tropas con un incremento de 150 efectivos adicionales a los 540 autorizados anteriormente.
El 25 de septiembre de 2007 el Congreso aprobó el despliegue de 52 instructores para adiestrar a miembros de la Brigada n° 1 del Cuerpo 207 del Ejército Nacional Afgano.
En marzo de 2008 España aumentó a once los agentes españoles destinados al contingente de la Misión Europea de Policía en Afganistán (Eupol).
En julio de 2009 España envió 450 militares para velar por la seguridad durante las elecciones presidenciales que se celebraron el 20 de agosto.
En septiembre el Congreso autorizó el envío de otro contingente de 220 militares a Qala i Naw, que se sumó al desplegado hasta entonces, formado por una dotación permanente de 778 soldados, con el que el número de efectivos ascendió a 998.
En 2009, en respuesta a la petición de la ISAF y la administración de EEUU, España envió otros 511 militares, despliegue que, junto al envío de 40 guardias civiles, fue autorizado por la Cámara Baja en febrero de 2010. Así, España tiene autorizados 1.549 efectivos de forma permanente.
Un total de 98 españoles (95 militares, dos guardias civiles y un traductor) han perdido la vida.
Once de ellos murieron en ataques directos, 79 en accidentes aéreos (62 en el Yak-42 y 17 en el helicóptero Cougar), dos en un accidentes de tráfico y tres por causas naturales.
La de Afganistán es la misión que más vidas humanas ha costado, seguida de la misión de Bosnia-Herzegovina, con 23 muertos.
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