Uruguay culmina campaña para internas con duda en opositor Partido Nacional

Álvaro Mellizo

Montevideo, 29 may.- Uruguay cerró hoy la campaña para las elecciones internas del próximo domingo que decidirán los candidatos a presidente de los distintos movimientos políticos, con la afluencia a las urnas y la dura pugna entre las distintas opciones del opositor Partido Nacional como únicas incógnitas.

El oficialista Frente Amplio (FA) fue el último de los grandes partidos uruguayos en cerrar su campaña, y sus dos precandidatos, Tabaré Vázquez y la senadora Constanza Moreira, realizaron sendos actos en donde quedó patente su estilo en una liza que según las encuestas es ampliamente dominada por el veterano expresidente.

Con una intención de voto del 81 % frente al 16 % de su rival, Vázquez cerró su campaña con un discurso en el que ni mencionó a la otra precandidata y en donde dio por segura su victoria tanto en la interna como en las generales.

Vázquez, quien gobernó entre 2005 y 2010, es también el favorito según las encuestas para triunfar en los comicios presidenciales de octubre próximo, si bien todo apunta que debería esperar a una segunda vuelta para asegurarse la elección.

Precisamente, un sondeo de la empresa Cifra publicado hoy señaló que el 43 % de los uruguayos votaría al FA, el 32 % al Partido Nacional, el 18 % al Partido Colorado y el 2 % al Partido Independiente, lo que impediría al oficialismo mantener su mayoría parlamentaria.

Moreira, quien basó toda su campaña en apelar a la gente joven y en pedir aires nuevos para el partido, ofreció a sus simpatizantes un acto denominado "Un toque valiente" para insistir en la necesidad de desafiar las estructuras.

Los dos precandidatos del FA sólo compartieron escenario una vez durante toda la campaña y en aquella ocasión la senadora y profesora universitaria no dudó en atacar al ex mandatario, lo que fue mal recibido por varios sectores de la organización que desde entonces insistieron en pedir unidad.

Sin embargo, apenas 72 horas antes de que abran los colegios electorales, la lucha más abierta es en el histórico Partido Nacional o "blanco", cuyos precandidatos Jorge Larrañaga y Luis Lacalle Pou están separados por apenas dos puntos en las encuestas de intención de voto.

Ambos culminaron sus campañas el miércoles por la noche mientras las encuestadoras divulgaban que Larrañaga contaba con un 47 % de los votos, Lacalle Pou con un 45 % y los indecisos llegaban al 8 %, datos que hacen "impronosticable" el resultado final.

Los analistas coincidieron en señalar la estabilidad en torno al 50 % que Larrañaga, quien en 2009 perdió la votación dentro del partido ante el padre de su rival de este año, el ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995), mantiene desde que se postuló a las internas.

Los mismos análisis también subrayaron el entusiasmo suscitado entre los seguidores de Lacalle, que lo han aupado sostenidamente en los sondeos hasta poner en peligro la victoria de Larrañaga.

Con una mayor presencia en el interior del país y entre las estructuras más tradicionales del partido, Larrañaga cerró su campaña en Paysandú, su localidad natal, mientras que su rival optó por dar un mitin en la periferia de Montevideo, rodeado de las figuras del partido que le dan su apoyo y haciendo hincapié en la imagen joven y renovadora en la que basó su campaña.

El otro otrora partido hegemónico uruguayo, el Colorado, también cerró ayer una campaña en la que no se pronostican tampoco sobresaltos, ya que el senador Pedro Bordaberry domina con una intención de voto del 80 % frente a su rival más cercano, José Amorín, que suma un 16 %.

La única cosa en la que parecen haber coincidido todos los precandidatos sin distinción de partidos es en el llamado a las urnas el domingo, a las que se calcula acudirá entre el 40 y el 45 % del electorado al tratarse de una elección que no es obligatoria.

El presidente uruguayo, José Mujica, también exhortó este jueves a los ciudadanos a votar el domingo, si bien reconoció, fiel a su estilo desenfadado, que para muchos militantes del FA hacerlo es como "como bailar con la hermana", pues "la interna no tiene mucha emoción".