Valenciano pide a la UE que deje la diplomacia blanda y se comprometa en Egipto

  • Madrid.- La secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, cree que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, debe dejar ya su poder autocrático y reclama a la UE que se comprometa en Egipto y abandone una diplomacia "blanda", que está empezando a convertirse, según teme, en "diplomacia hipócrita".

Madrid.- La secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, cree que el presidente egipcio, Hosni Mubarak, debe dejar ya su poder autocrático y reclama a la UE que se comprometa en Egipto y abandone una diplomacia "blanda", que está empezando a convertirse, según teme, en "diplomacia hipócrita".

Los jóvenes egipcios, señala la dirigente socialista en su blog, "no van a regresar a sus casas y a un futuro sin expectativas", y sólo esto, recalca, "debería ser un motivo suficiente para el compromiso europeo".

Aunque está convencida de que Europa ya llega tarde a este nuevo foco de protestas en favor de la democracia que se ha abierto en el mundo árabe, después de Túnez, pide que se llegue antes de que la UE se convierta "en los defensores de la lamentable receta de la resignación", que no convence a la juventud del Magreb ni a la del Valle del Nilo.

"La llama que achicharra los cuerpos de los mártires por el pan y por la libertad", se extiende mucho más deprisa y con mayor fuerza, advierte Valenciano, que "los cálculos interesados de la 'realpolitik'", y si Europa no se involucra, dice, "no podremos volver a mirarnos al espejo".

Porque, en su opinión, "de nada" ha servido en los últimos años la "tímida" presión de Estados Unidos y de la Unión Europea y "sólo la durísima" violencia policial -han muerto de momento medio centenar de personas- detendrá por un tiempo este movimiento ciudadano que desde el viernes reclama "pan y libertad" .

Y será únicamente por un tiempo, porque la dirigente socialista opina que los egipcios han perdido el miedo y se han contagiado del "valiente" impulso de la juventud tunecina.

Pero Egipto no es Túnez -señala- porque es un país con ochenta millones de habitantes, muchos de ellos analfabetos, y un país "decisivo" para la estabilidad en la región, ya que actúa de "muro de contención" de Irán y del radicalismo islamista.

Elena Valenciano se muestra indignada por las "pegas" que desde algunos ámbitos se pone a la "democracia" que podrían construir los egipcios, que son, dijo, presos de un pensamiento "clasista y totalitario".

Y esto, porque según ella, parece que entienden que sólo las naciones con amplias clases medias, informadas y educadas, es decir, "a la occidental", y dónde no exista el riesgo de penetración de los islamistas, "tienen derecho a elegir su camino".

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