Valla melilla

Ninguno de los Gobiernos ha sabido qué hacer con la inmigración mientras les ha tocado estar al frente del Gobierno. El PP pedía al PSOE más agilidad a la hora de expulsar a los inmigrantes y más presión a Europa para recibir ayuda para solucionar el problema. Mientras el Gobierno de ZP llenaba la valla de policías, de militares, las ponía a más altura y esperaba que las cuchillas no les hicieran daños. De hecho, ya en septiembre de 2005, el entonces ministro de Interior, José Antonio Alonso afirmaba que se "iban a reforzar la valla con un nuevo diseño exterior para hacerla más eficaz ante los asaltos y que sea menos peligrosa con los pobres inmigrantes que intentan acceder a territorio nacional".

El Ministro de Exteriores pedía a la UE que hiciera llegar "a la mayor brevedad posible" una misión a Marruecos para analizar la situación y llevar a cabo las medidas necesarias. Entre su petición exigía "con carácter urgente la partida de 40 millones de euros destinada al control de fronteras en Marruecos".

El 28 de septiembre del mismo año, El secretario de Estado de Seguridad Antonio Camacho anunciaba la incorporación de 40 agentes para que velasen por que no se produjeran más asaltos. Asimismo, afirmaba que se iban a implantar sensores en las vallas  para poder permitir a los agentes reaccionar con más rapidez.

El Gobierno de Zapatero fue acusado por Marruecos de usar balas de goma para frenar los asaltos. El Gobierno lo negó. El 4 de octubre, el delegado del Gobierno en Melilla, José Fernández Chacón anunciaba que se iba a colocar una tercera valla para hacer más difícil el acceso.El PP exige presionar a la UE y expulsar a los inmigrantes más rápido

El secretario general del PP, Ángel Acebes cargaba con la política del Gobierno diciendo que Zapatero no se atrevía a afirmar la españolidad de Cueta y Melilla y le acusaban de tener una actitud de inmovilidad ante los hechos. Rajoy instaba al presidente del Gobierno a visitar la zona y a plantear alternativas ante la UE. Asimismo, le exigía expulsar a los inmigrantes con mayor rapidez.

Por aquel entonces el Gobierno destinó tres millones a mejorar las fronteras de Ceuta y Melilla tanto en materia humanitaria como de seguridad. Tras dos meses sin nuevos asaltos migratorios, en diciembre el Ministro del Interior decidió retirar la vigilancia en las vallas por parte de las autoridades militares.

Llega 2012. El PSOE, ya fuera del Gobierno acusa al PP de inacción aunque destaca que "nosotros a diferencia de ellos, no pediremos enfrentamientos con Marruecos". Eran palabras de Antonio Hernando.

Pero la colaboración duró poco. Los socialistas empezaron a echar en cara al Gobierno central la ausencia de inversiones realizadas en Melilla para frenar la amenaza de inmigrantes así como su lentitud en el acercamiento a Marruecos. "Todo el dinero invertido es de la época de nuestro Gobierno", aseguraba con respecto a los recursos puestos en marcha por Rajoy. Con respecto a los acercamientos de Mariano Rajoy con Marruecos añadía: "Ojalá lo hubiera abierto antes, quizá eso nos hubiese ahorrado algunos disgustos. Se lo llevábamos repitiendo desde junio".

El presidente del Gobierno respondía así a las acusaciones: “ Se promoverá la concordancia de los recursos financieros a disposición de la defensa con los requerimientos del escenario estratégico y las consiguientes necesidades de las Fuerzas Armadas”.

En 2013, la polémica de Melilla se centra en la retirada de las cuchillas. El PSOE registró una moción para reclamar al Gobierno que las retirase, así como le instaba a que adoptara otras medidas en materia de inmigración. ERC, PNV, UPyD e Izquierda Plural se sumaban a la iniciativa. La popular Carmen Navarro aseguraba que desde el Partido "no se podía admitir dicha moción porque daba por hecho que existía una pasividad y una dejadez por parte del Gobierno".

El popular Francisco Márquez consideraba además que la moción "solo pretendía montar un circo mediático porque no les importa ni Ceuta ni Melilla, ni los inmigrantes, ni la guardia civil, sino solo desgastar al Gobierno". Finalmente el PP decidió ignorar la petición realizada por ambos grupos y mantener las cuchillas en la valla alegando que se trata de un método “pasivo, no agresivo y disuasorio”.Europa tampoco sabe nada

Mostrar comentarios