Vázquez transmite certezas con educación y seguridad pública como desafíos

Jorge Figueroa

Montevideo, 1 dic.- Tabaré Vázquez, que volverá a ser el presidente de Uruguay a partir del 1 de marzo próximo, transmite certezas sobre la continuidad de los buenos números del país, pero tendrá por delante los desafíos del equilibrio interno, mejorar la alicaída educación y atacar los problemas de seguridad pública.

Estos dos últimos son "la piedra en el zapato" para la administración del presidente José Mujica, al igual que Vázquez de la gobernante coalición de izquierda Frente Amplio (FA).

Según recientes encuestas, el tema de la educación pasó a ser la principal preocupación de los uruguayos. Así lo menciona el 41 % de la población, mientras que la seguridad pública es el problema más acuciante para el 36 %, la pobreza para el 17 % y la carga fiscal para el 6 %.

El socialista Vázquez, un oncólogo de 74 años, ganó este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con el 53,6 % de los votos y volverá por ello a la presidencia a partir del 1 de marzo de 2015.

De 2005 a 2010 ya estuvo al frente de Uruguay como el primer presidente de izquierda en la historia del país.

Para el electo presidente, el programa de gobierno del FA es la "Biblia", se apegó a él en su primera administración y en su discurso tras ganar el balotaje aseguró que no se apartará del mismo "ni una coma".

El Frente Amplio, fundado en febrero de 1971 por el general Líber Seregni, según sus principios es "una fuerza política de cambio y justicia social; de concepción progresista; democrática, popular, antioligárquica y antiimperialista".

Conforma una "organización para la acción política permanente con el carácter de coalición y movimiento sobre bases de respeto recíproco de la diversidad ideológica, funcionamiento democrático y unidad de acción".

El FA agrupa a una docena de partidos entre socialistas, comunistas, marxistas, leninistas, los exguerrilleros Tupamaros e independientes, entre otros, y lograr el equilibrio interno en la correlación de fuerzas y que todos se sientan "bien respaldados" en la futura administración es el primer desafío que tiene Vázquez por delante.

En esa tarea tendrá un socio importante y especial en el presidente Mujica, de 79 años, que aceptó volver al Senado con el objetivo, dijo, de "zurcir" acuerdos en el Parlamento sobre todo dentro del FA, debido a que muchas veces sus legisladores parecen mas duros y difíciles de convencer que los de la oposición.

Mujica, que dentro de exactamente tres meses entregará el mando presidencial a Vázquez, es reconocido por su franqueza y su voluntad de diálogo "con todo el mundo". El electo presidente es bastante más rígido y directo.

Vázquez tendrá mayoría en ambas cámaras pero ajustada, 50 de 99 diputados y 16 de 31 senadores, incluido su compañero de fórmula y elegido vicepresidente, Raúl Sendic, que desde el 15 de febrero presidirá el Senado.

El futuro presidente ya adelantó que algunos de quienes fueron sus ministros en la anterior administración volverán a estar en la primera línea, entre ellos el "arquitecto" de la política económica, el actual vicepresidente Danilo Astori, que será el Ministro de Economía y Finanzas.

Astori transmite tranquilidad a los mercados y asegura que los buenos indicadores de crecimiento, desempleo, inversión extranjera, exportaciones e inflación se mantendrán pese a los vaivenes internacionales.

Algunos otros exministros que permanecieron como asesores y colaboradores próximos de Vázquez, como María Julia Muñoz y Víctor Rossi, muy probablemente volverán a ocupar los ministerio de Salud Pública y Transporte y Obras Públicas, respectivamente.

Ambos son considerados claves para afianzar la reforma de Sistema Nacional Integrado de Salud y el desarrollo de infraestructuras, otras dos de las prioridades de la futura administración.