Vecinos de barrios marginales de Buenos Aires acampan junto al Obelisco

Buenos Aires, 21 abr.- Vecinos de asentamientos precarios de Buenos Aires iniciaron hoy una huelga de hambre en una tienda de campaña instalada en pleno centro de la ciudad para reclamar mejoras para sus barrios que les permitan vivir "dignamente".

Los representantes de 17 "villas" de la ciudad no ingerirán alimentos solidos para exigirle al Gobierno municipal que lleve a cabo obras de infraestructura, principalmente cloacas, desagües fluviales, alumbrado y pavimentación, en sus barrios.

Los participantes en la huelga de hambre se rotarán cada cinco días a lo largo de las dos semanas que durará la protesta en la tienda de campaña instalada junto al Obelisco, uno de los monumentos más conocidos de Buenos Aires, en la Avenida 9 de julio.

"Rotamos cada cinco días porque entendemos que el Gobierno de (Mauricio) Macri (alcalde de Buenos Aires) seguramente nos va a dejar morir acá", sostuvo en una rueda de prensa Rafael Klejzer, miembro de la Corriente Villera Independiente.

Además, los vecinos exigieron que se termine con la "criminalización de la pobreza" y de las víctimas de la marginalidad de "la Argentina de la exclusión".

"Porque seamos pobres y trabajadores, no somos delincuentes", dijo Klejzer.

Desde la organización "villera" aseguraron que seguirán demandando mejores condiciones de vida "hasta las últimas consecuencias" y que "con el tiempo se intensificará más la lucha".

"Vamos a ir creciendo en la medida en que consigamos el apoyo de los sectores medios, que tienen que ver la pobreza en nuestros barrios antes de pensar que somos criminales porque construimos sus casas, limpiamos sus viviendas, cuidamos a sus chicos, cosemos su ropa y recolectamos sus residuos. Es decir, servimos para trabajar pero no tenemos el derecho a una vivienda digna", afirmó Klejzer.

El dirigente social sostuvo que muchas de las obras públicas que se llevan adelante en los barrios humildes de la capital argentina no logran concretarse debido a la corrupción.

"Entendemos que se hacen grandes negocios con los villeros donde la pequeña política pública que hay hacia las villas no se materializa, sino que queda en los bolsillos de los viejos punteros de la lógica clientelar que existe en la ciudad de Buenos Aires", denunció Klejzer.