Venezuela. Un estudio cuestiona el sistema electoral venezolano desde el año 2004


Un estudio de investigación desarrollado por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha encontrado “anomalías” que cuestionan la integridad del sistema electoral venezolano desde el año 2004, momento en el que tuvo lugar la victoria del ‘chavismo’ en el referéndum revocatorio presidencial para determinar si Hugo Chávez se mantenía en el poder.
Manuel Hidalgo, profesor del departamento de Ciencias Sociales de la UC3M y uno de los autores de la investigación, subrayó que “Chávez llegó al poder a través de unas elecciones limpias. De hecho, 1998 marcó un hito en la calidad de las elecciones venezolanas, pero hay serias dudas desde 2004”.
Hidalgo y el profesor titular del Departamento de Estadística de la UC3M Raúl Jiménez han realizado un estudio con herramientas de análisis forense para la detección de irregularidades electorales en las mesas de votación, partiendo de la hipótesis del fraude electoral a partir de 2004. Para ello, estudiaron los datos proporcionados por el Consejo Nacional Electoral Venezolano.
El estudio cuestiona, según Hidalgo, que, como dijo el expresidente de EEUU Jimmy Carter, “Venezuela tenga el mejor sistema electoral del mundo”, ya que esta investigación “objeta la fiabilidad del registro electoral, pues existe una atípica correlación positiva entre variaciones en el censo electoral y la intención de voto”, lo que provoca que se dude de “la validez de los resultados de algunos centros que fueron decisivos en el referéndum de 2004 y las elecciones presidenciales de 2012”.
LIMPIEZA ELECTORAL
Según Hidalgo, las irregularidades encontradas no sólo “afectaron al porcentaje de votos obtenidos por el ganador de 2004, algo que incidió en el comportamiento político del elector”, sino que pudieron resultar “decisivas en otros procesos electorales”.
A pesar de ello, reconoció que el estudio es incapaz de demostrar que “la oposición hubiera ganado en 2004 y 2012 en unas elecciones limpias, sin irregularidades”. Sin embargo, sí subrayó que “la diferencia hubiera sido mucho menor de la oficial en el caso de unas elecciones libres y equitativas”.
Por último, Hidalgo cuestiono el papel de los observadores internacionales que vienen actuando en los procesos electorales venezolanos desde el año 2007, ya que alguno de ellos “no llevan a cabo un trabajo exhaustivo, no sesgado, y pareciera que se han convertido en un mecanismo de legitimación del orden establecido”.
Ello le permitió asegurar que en Venezuela es necesario realizar una auditoría completa del censo electoral, de un respeto a las reglas del juego durante todo el ciclo electoral y de la realización de controles integrales tras las elecciones.

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