¿Veremos un nuevo puñado de naciones en Europa?

  • “Reinos perdidos” es uno de los éxitos literarios de la temporada en Europa. El libro, del historiador Norman Davies, cuenta la historia de estados que ya no existen pero que un día fueron grandes actores europeos. Y es fácil entender por qué el planteamiento de Daviestiene hoy eco en Europa.
Paul Ames, Bruselas (Bélgica) | GlobalPost
Paul Ames, Bruselas (Bélgica) | GlobalPost

Un pesado libro titulado “Reinos perdidos” es uno de los éxitos literarios de la temporada en Europa. El libro, del historiador británico Norman Davies, cuenta la historia de estados que ya no existen pero que un día fueron grandes actores europeos, como Aragón, Prusia, Saboya o Borgoña.

Es fácil entender por qué el planteamiento de Daviestiene hoy eco entre los ciudadanos del Viejo Continente. De hecho, recientemente se empezaron a dar los primeros pasos serios para que los escoceses puedan votar en referéndum su independencia del Reino Unido de Gran Bretaña y el Norte de Irlanda.

Los independentistas de toda Europa están pues atentos al ejemplo de Escocia, pendientes de si se podría reproducir en regiones de España, Italia y Bélgica.

El primer ministro electo de Escocia, Alex Salmond, pretende que el referéndum acabe con el Acta de Unión de 1707 con Inglaterra. Para él, la votación será “la decisión más importante de Escocia en 300 años”.

Su Partido Nacional Escocés es el mayor en el Parlamento de Escocia y logró el 45 por ciento de los votos en las elecciones del año pasado, con un programa electoral en el que se incluía el compromiso de celebrar un referéndum independentista.

Mientras tanto, en la otra orilla del Mar del Norte la Nueva Alianza Flamenca quiere la independencia para el próspero y rico norte de Bélgica, neerlandófono. En 2010, la formación nacionalista se convirtió en el mayor partido del país.

La Liga Norte, que otrora reclamaba la división de Italia, es la tercera fuerza en la Cámara de los Diputados en Roma, mientras que los partidos nacionalistas tienen una fuerte presencia en los parlamentos autonómicos de País Vasco, Galicia, y Cataluña.

El presidente regional de la isla de Madeira amenazó el año pasado con independizarse de Portugal, y las tensiones han  ido aumentando entre el gobierno danés y las autoridades nacionalistas de las islas Faroe, en el Atlántico norte.

Así pues ¿va a haber un nuevo puñado de naciones en Europa?

No parece probable.

Pese al éxito electoral de los nacionalistas, una encuesta publicada recientemente muestra que sólo un tercio de los escoceses quieren poner fin al gobierno británico, mientras que el 53 por ciento se opone. Sin embargo, el sentimiento separatista va en ascenso, de ahí que el primer ministro británico David Cameron esté dispuesto a celebrar el referéndum mucho antes de 2014, como prefieren los nacionalistas.

En Bélgica las encuestas sugieren que buena parte del apoyo a los separatistas flamencos está más relacionado con el desencanto con los políticos nacionales que con un intenso deseo de independizarse de la francófona Valonia. La situación depende en buena medida del recién nombrado primer ministro Elio di Rupo, el primer francoparlante que asume el cargo desde la década de 1970.

El independentismo ha disminuido recientemente en España e Italia, en donde los votantes parecen estar más preocupados por los problemas económicos. Sin embargo, si Escocia logra con éxito separase de Gran Bretaña, muchos en Cataluña, el País Vasco y en la Padania del norte de Italia quizás quieran seguir sus pasos.

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