Víctimas de abusos critican elección de sacerdote chileno para revisar Curia

Santiago de Chile, 15 abr.- Las víctimas de abusos sexuales cometidos por el sacerdote chileno Fernando Karadima criticaron hoy la decisión del papa Francisco de incluir entre los cardenales que lo ayudarán a estudiar una revisión de la Curia al chileno Francisco Javier Errázuriz, al que acusan de ignorar las denuncias.

José Andrés Murillo, uno de los denunciantes contra Karadima, aseguró que cuando surgieron los primeros antecedentes de los abusos, Errázuriz era arzobispo de Santiago, lo que representa una época en la cual la Iglesia católica chilena "no actuó de manera eficiente, efectiva, valiente, para detener los abusos sexuales".

"Él (Errázuriz) no representa un brazo fuerte y protector hacia las personas más débiles. Al contrario, simboliza el ala más bien pusilánime, más bien cobarde, que no quiso hacerse cargo de este problema", dijo Murillo en declaraciones a Radio Futuro.

Errázuriz forma parte de la lista de ocho cardenales que el papa Francisco ha seleccionado para que lo aconsejen en el Gobierno de la Iglesia y para que estudien un proyecto de revisión de la Curia Romana, una iniciativa que el Vaticano anunció el pasado fin de semana.

Los cuatro feligreses que fueron víctimas de los abusos sexuales de Karadima consideran que Errázuriz protegió al religioso, a pesar de que tenía antecedentes de los delitos que había cometido.

Errázuriz tuvo "en sus manos todas las evidencias en 2003, y no hizo nada hasta 2010", señaló Murillo.

Otro de los querellantes en el caso, James Hamilton, acusó a Errázuriz de "irresponsable" por aceptar el encargo que le ofreció el papa Francisco.

"Creo que nombrar como asesor al cardenal que más daño le ha hecho a la iglesia en Chile, significa que no se entiende nada", dijo Hamilton este domingo a Radio ADN.

Fernando Karadima, un influyente sacerdote octogenario que formó a cinco obispos, fue declarado por el Vaticano culpable de cometer abusos sexuales y condenado a una vida de oración y penitencia.

La Justicia chilena determinó que el religioso cometió los abusos contra cuatro feligreses entre 1981 y 1995, cuando tres de ellos eran menores de edad, aunque consideró prescritos esos delitos.