Yihadistas del EI secuestran a tres excandidatos parlamentarios iraquíes

  • Miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) secuestraron a tres excandidatos de los últimos comicios parlamentarios en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, informaron hoy a Efe responsables locales.

Mosul (Irak), 8 dic.- Miembros del grupo yihadista Estado Islámico (EI) secuestraron a tres excandidatos de los últimos comicios parlamentarios en la provincia de Nínive, en el norte de Irak, informaron hoy a Efe responsables locales.

El jefe del Comité de Seguridad de la gobernación de Nínive, Mohamed al Bayati, dijo a Efe que una fuerza numerosa del EI los capturó ayer en sus casas, ubicadas en una aldea de la zona de Zingar, a unos 120 kilómetros al oeste de la ciudad de Mosul, capital de Nínive, y los condujo a un lugar desconocido.

Uno de los secuestrados es Barzan Hamed al Metiuti, candidato de la lista "Árabe", encabezada por el viceprimer ministro iraquí, Saleh al Mutlek.

Los otros dos son el jeque Talal Ali al Metiuti, de la lista "Lealtad para Nínive", presidida por el anterior gobernador de Nínive, Ghanem al Besu; y Mohamed Hasan al Metiuti, de la lista "Unificados para la Reforma", encabezada por el vicepresidente iraquí, Osama al Noyeifi. Los tres pertenecen al clan suní Al Metiuti.

Después de tomar el control de Mosul en junio pasado, el EI comenzó a secuestrar y ejecutar a varios candidatos y candidatas parlamentarias de la urbe, por considerar que sus candidaturas violan las enseñanzas de la religión islámica.

El tribunal religioso de los yihadistas de Mosul ha ordenado condenar a muerte a todo aquel que se presente como candidato en comicios y apoye al Gobierno central de Bagdad.

El pasado 10 de junio, el EI ocupó la ciudad de Mosul, la segunda en importancia de Irak, y se extendió rápidamente por amplias zonas de otras provincias del norte y este del país, forzando a cientos de miles de personas a abandonar sus hogares.

Poco después, proclamó un califato en los territorios bajo su control en Irak y en la vecina Siria, donde impusieron una interpretación radical de la ley islámica ("sharía") y expulsaron a varias minorías religiosas iraquíes.

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