La burbuja del fútbol: 10.000 millones de factura en juego

Con un campeonato devaluado tras la salida de Messi y Ronaldo y unos equipos tratando de lograr oxígeno ‘post-Covid’, Tebas trata de mantener a toda costa el volumen de negocio de los derechos sin ajustes.

La historia vuelve a repetirse. LaLiga acaba de dar el pistoletazo de salida de una nueva subasta de los derechos de retransmisión del fútbol en España… tres años y una pandemia después. Tras muchos movimientos entre bambalinas, llega el momento de la verdad para Javier Tebas. En el último lustro, desde que la patronal de los clubes los vende de manera centralizada, éstos han sumado en sus arcas unos ingresos de casi 10.000 millones de euros, pagados en su gran mayoría por las telecos y operadores privados de televisión como Mediapro, tanto en España como fuera. Ahora, con un campeonato devaluado tras la salida de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo y unos equipos tratando de lograr oxígeno ‘post-Covid’, buscan mantener a toda costa la abultada factura prácticamente intacta y sin ajustes. Al otro lado, Telefónica, el gran candidato para poner el dinero sobre la mesa, pelea para meter la tijera ante la presión por los márgenes de su negocio en España. Y de telón de fondo la ‘eterna’ promesa de la irrupción de Amazon en el escenario.

Esos 10.000 millones de euros han sido el volumen de negocio por derechos de televisión que Tebas y LaLiga han logrado sólo desde la temporada que arranca en el verano de 2015. En aquel momento se inicia lo que se conoce como la venta centralizada. El Gobierno de Mariano Rajoy aprobó, con un año de retraso, el Real Decreto Ley que regulaba ese procedimiento. El objetivo era claro: hacer fuerza en la negociación para tratar de inflar las cifras y acercarse a otras competiciones homólogas en Europa. En la temporada 2013-2014, apenas supusieron 800 millones de euros. En el ejercicio de la Covid (2020-2021) se rozaron los 1.800 millones, incluidos los paquetes distribuidos a nivel internacional. Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte y uno de los grandes artífices y de los que más presionaron dentro del Ejecutivo para su aprobación, calificaba el decreto como una “medida histórica, necesaria para el fútbol español”. Tres años después, recaló como directivo en Mediapro, uno de los grandes compradores de estos activos.

Estos ingresos proceden en un porcentaje muy alto de lo pagado por las operadoras de telecomunicaciones y, en menor medida, Mediapro en España. A estos hay que sumar también los millonarios derechos para poder emitir la Champions League y la Europa League, distribuidos por la UEFA en un procedimiento similar al de LaLiga. Esto ha llevado a una situación compleja a Telefónica, que ofrece este contenido en su plataforma de televisión y ha ejercido de líder tras la compra de Digital+. El esfuerzo económico es más que significativo. Desde aquella temporada 2015-2016, los gastos en este contenido premium han pasado de los 1.050 millones de la primera parte del lustro hasta los 1.200 millones desde 2018. A esto hay que descontarle lo que cobra por la reventa del producto a compañías como Orange en el mercado mayorista regulado -que se ha mantenido más o menos estable en el entorno de los 300 millones-.

Para la teleco presidida por José María Álvarez-Pallete es, junto con el de personal, uno de los gastos operativos más importantes que tiene que afrontar todos los años. Se trata de un desembolso que estresa sus cuentas en un momento en el que la guerra por el ‘low cost’ está dañando sus márgenes y los inversores le exigen más racionalidad. Eso es lo que ha llevado al grupo a defender en público su intención de ejecutar un recorte en los precios -con la ayuda de Orange, que ha decidido no acudir formalmente a la subasta para no contribuir a una mayor inflación-. Y es lo que ha hecho que, incluso, se esté tratando de preparar el terreno, tal y como hizo el propio consejero delegado ante los analistas esta semana, para ceder sitio a otras plataformas tecnológicas como Dazn -con quien ya tiene alianzas para la reventa de la MotoGP- aunque se pierda el control y la exclusividad mantenidos hasta ahora.

Los números detrás de la importante inflación de los derechos del fútbol ya han sido expuestos por varios analistas. El banco de inversión británico New Street Research ha sido uno de los que más claro lo han reflejado. Ellos atribuían el pasado año un total de 25 euros de la factura de la operadora de telecomunicaciones a este contenido premium de sus paquetes Movistar Fusión. Hay otros que lo elevan a unos 30 euros. En caso de colocarlo en el lado más bajo de ese rango, supone ‘pérdidas’ millonarias. Si realmente, como aseguraba la firma, Telefónica cuenta con unos 1,5 millones de clientes con la oferta de LaLiga y Champions en sus tarifas -estaría, según explican fuentes del sector, más cerca de los 2 millones-, acarrearía unos ingresos de algo más de 450 millones de euros. Es decir, menos de la mitad de lo que abona a la patronal de clubes al año. Incluso contando con intangibles como mantener a raya el ‘churn’ (tasa de bajas de sus clientes) y elevar el ingreso medio total por paquete, el esfuerzo es muy importante. Y así se lo han hecho saber en los últimos años otros analistas durante la presentación de los resultados.

Ante este escenario, LaLiga defiende que existe un problema en la distribución. Que la entrada en la ecuación de las telecos ha convertido al fútbol en un producto de lujo con precios altos, al incluirlo en sus productos convergentes de fibra, móvil y televisión para tratar de rentabilizarlo. Insiste en que esa tarifa debería ser inferior al mes, para aumentar la base de clientes. Da unos números: se ha pasado de 4 millones a 2,5 millones de clientes que pagan por él. Éstas, en cambio, han repetido una y otra vez en los últimos años que existe un techo de clientes que quieren este producto audiovisual en España y es imposible elevarlo, incluso con una guerra de precios como la que se vivió en el verano de 2018. Sobre las tarifas, valga una comparativa en 2014. En aquel año, con un precio por los derechos muy inferior al actual, Canal+ (hoy Movistar+ tras la compra por parte de Telefónica) y GolTV (Mediapro) tenían los derechos repartidos. El primero, que incluía también otros contenidos audiovisuales y canales específicos, tenía un coste de 30 euros al mes sin impuestos en promoción, con todos los partidos de LaLiga y la Champions. El segundo, superaba los 16 euros.

Pese a ello, Tebas sigue pensando que es posible ampliar esa base de clientes, rebajando los precios e introduciendo nuevos actores. Esa es la premisa a partir de la cual ha maniobrado en la nueva subasta que ahora arranca para las temporadas que se inician en la 2022-2023. Ha introducido un ‘sudoku’ de posibilidades, con hasta siete escenarios y un troceo de partidos, para tratar de llamar la atención de plataformas digitales que no estarían dispuestas a quedarse con todo el paquete, pero sí con una parte. Eso es lo que ha hecho que se plantee una licitación que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha criticado duramente tanto por la ampliación de los plazos para pujar hasta los cinco años -algo que deja fuera a Telefónica por su calidad de operador regulado- como por otros aspectos que incrementan la discrecionalidad de Tebas y su equipo para elegir adjudicatario. Como ya sucediera en el año 2018, buscan poner alfombra roja a Amazon o Dazn, designados como ‘caballeros blancos’ para sostener esta inflación y mantener estables los ingresos de los clubes.

Pero, ¿qué ha sucedido en otras ligas? Pues que esa premisa de mantener los precios no ha sido especialmente sencilla. En el caso de Francia, tras el fiasco de Mediapro y su salida ante los impagos, Amazon sacó la chequera pero a precio de derribo, ante la indignación de Canal+: adquirió los derechos de ocho partidos semanales de la Ligue 1 por 302 millones de dólares por temporada hasta 2024, una rebaja de un 50%. En Reino Unido, la Premier League, la competición más pujante de todo el continente y con mayor proyección deportiva, ha decidido renovar hasta 2025 por las mismas condiciones y con los mismos actores (Sky, BT y Amazon) para así evitar una deflación. En Italia, ha habido una rebaja de 973 a 927 millones en la subasta que hubo en el primer semestre del año para los próximos tres, con Dazn como principal comprador.

Tebas se la juega en las próximas semanas. Queda por ver si su estrategia de poner la alfombra roja a las plataformas tecnológicas, tensando la cuerda hasta el límite con Telefónica, obtiene resultados. La marca está en los 1.100 millones de euros que se abonaron por la teleco y Mediapro por los grandes paquetes. “Nos conformaremos con que haya un 2% más de ingresos”, aseguraba el presidente de la patronal. La alargada sombra de la Superliga, y los argumentos de Florentino Pérez respecto a la capacidad de generar negocio, está de telón de fondo.