Brasil: Temer promete ayuda federal para terminar metro de Rio

El préstamo para terminar la nueva línea del metro de Rio de Janeiro, crucial para llegar al Parque Olímpico durante los Juegos, ya está en "estudio" y será definido la semana próxima, dijo este martes el presidente interino de Brasil, Michel Temer.

"Vamos a colaborar no apenas con palabras sino con las necesidades en materia financiera", dijo Temer en una escueta declaración de no más de cuatro minutos a la prensa en Rio de Janeiro, donde visitó las instalaciones olímpicas.

Las obras de la línea 4 del metro que unirá los barrios turísticos de Ipanema y Copabana con Barra da Tijuca, centro neurálgico de los Juegos, está avanzada en un 96% según las autoridades, pero su inauguración ha sido aplazada reiteradas veces.

En vez de estar abierto a todo el público durante los Juegos, como previsto inicialmente, el servicio será parcial, reservado a la "familia olímpica".

Su entrega está prevista ahora para el 1 de agosto, cuatro días antes de la ceremonia inaugural de los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica. Pero para finalizar las obras, el gobierno del estado de Rio precisa un préstamo del banco de fomento estatal BNDES de casi 1.000 millones de reales (USD 286 millones al cambio actual) que aún no ha sido liberado.

"Sobre el metro, están siendo finalizados los estudios financieros, ya cuadré con el gobernador [interino del estado de Rio de Janeiro, Francisco] Dornelles para tener una conversación más adelante" y alcanzar una solución sobre el metro, indicó Temer.

Varios expertos expresaron preocupación sobre la posibilidad de que no haya tiempo suficiente para testear el nuevo sistema en medio del apuro para terminarlo en fecha.

Según el calendario inicial, las pruebas debían realizarse entre octubre de 2014 y septiembre de 2015, para una apertura total al público en febrero de 2016. Pero la aceleración de las obras, debido a los atrasos, "suscita dudas en cuanto al tiempo suficiente reservado a todos los ajustes y tests necesarios a la realización de este proyecto", se alarmó la semana pasada el Tribunal de Cuentas del estado de Rio.

El gobierno estatal de Rio de Janeiro insiste en que todos los protocolos de seguridad serán respetados, incluido el periodo de seis meses de pruebas.