Alma, dos décadas de vinos únicos que vuelven a reunir lo mejor del sector

  • Hasta 700 vinos y 120 bodegas refrendan a una distribuidora que surgió para dotar de un nuevo espíritu a la enología.
César Ruiz, Maribé Revilla y Paco Berciano © Alma Vinos Únicos
César Ruiz, Maribé Revilla y Paco Berciano © Alma Vinos Únicos

En el mágico enclave que Burgos ofrece como cruce de caminos vitivinícola, Paco Berciano, Maribé Revilla y Telmo Rodríguez decidieron en 1999 darle una vuelta de tuerca a la distribución del vino. Cuando comenzaron no se preguntaron si su intención sería buena o mala, ni calibraron si sería mejor o peor que lo que ya se estaba haciendo. Sólo quisieron hacer algo distinto.

Y el tiempo les ha acabado dando la razón. Tanto es así que ahora, con la mayoría de edad sobradamente cumplida, Alma Vinos Únicos se ha consolidado como una referencia enológica, no sólo española, sino a nivel europeo, en la continua búsqueda de vinos de autor y pequeñas parcelas. El camino, que no ha sido fácil, ha sido hollado por las piernas de los tres incansables fundadores, a los que posteriormente se añadirían refuerzos, como César Ruiz, en 2005, pero que han mantenido en las tres palabras de su nombre la auténtica razón de ser de su trabajo.

Sin trampa ni cartón, Alma Vinos Únicos reivindica el mimo que los pequeños productores, al estilo de los vignerons franceses, sienten por sus terruños, conociendo como la palma de su mano cada centímetro de estos terrenos. El resultado es la consagración de una labor que pone al productor en contacto casi con el cliente final, o cuanto menos con el sumiller, penúltimo eslabón de una cadena que enlaza entre las copas y los corchos a los diferentes intermediarios del producto.

Una pasión compartida que, más allá de los premios internacionales –que los tienen, como el de Mejor Distribuidora de España, otorgado por International Wine Challenge, que llevan ganando de forma consecutiva tres años- se refrenda por el buen hacer que los ha convertido en una referencia dentro del sector. Tanto para productores como para cliente final, participar del sello Alma Vinos Único significa compartir una misma visión de la enología, trascendiendo el mero hecho de beber, para sumergirse en la historia que las raíces, la viña, el enólogo y la propia uva cuentan.

Sólo así se entiende que su portfolio incluya algunos de los vinos más exquisitos del Viejo Mundo, o que nombres tan famosos en el mundillo, como el de Laurent Ponsot –uno de los pontífices del vino de Borgoña-, Alain Graillot, otro de esos locos geniales, que es uno de los grandes embajadores de los vinos del Ródano-, o la referencia del champán André Clouet.

Junto a ellos, una pléyade también de productores españoles y de asesores, empezando por el propio Telmo Rodríguez, pero al que también se suman vinos elaborados por Raúl Pérez, Luis Anxo Rodríguez o Marc Isart. Sin importar la procedencia, los caldos que se presentan bajo el brazo de Paco Berciano y sus socios poseen un denominador común: tener muchas cosas que contar.

Tanto es así que cada año se reúnen en Burgos, ese epicentro en el que los caminos que unen Rioja, Ribera del Duero, los cercanos txakolís o los vinos franceses, para homenajear y compartir en torno al vino. Una cita que este 2019 congregará a más de 1.500 personas, entre las que figuran productores, enólogos, clientes, sumilleres y personas con cualquier vinculación con el mundo del vino que se podrían resumir en una palabra: amigos.

Porque así se ha fraguado esta relación durante 20 años, que como una viña, ha sido mimada y desgranada con paciencia, dando pequeños frutos en cada año y poniendo en valor el trato humano que la viticultura tiene. El resultado, aún con muchos kilómetros por recorrer, tendrá ese día cumbre el próximo 1 de abril, día en que se celebra la gran fiesta de El Alma de los Vinos Únicos. Allí artesanía, tradición, devoción y compañerismo se aglutinarán en torno al vino, que encuentra en la camaradería una de sus grandes virtudes y que no puede tener mejor escenario, el Fórum Evolución de Burgos. Lo cual no deja de ser una casualidad, porque si algo ha hecho Alma Vinos Únicos estas dos décadas ha sido seguir evolucionando y demostrar que otra enología y otra distribución son posibles.

Mostrar comentarios