Arzuaga Navarro, un gran vino, un gran hotel, un gran restaurante

  • 150 hectáreas de viñedos de uva tempranilo y cabernet sauvignon y merlot.
BODEGA
BODEGA
BODEGA

Cruzando la carretera nacional 122, en Valladolid, se atraviesa una zona plagada de bodegas. A uno y otro lado de la carretera se encuentra la mejor representación de algunas de las etiquetas más señaladas de la D.O. Ribera del Duero. Peñafiel, Pesquera y Quintanilla de Onésimo; dan dimensión y categoría a los vinos de la zona. Entre cepas y viñedos, encontramos la Bodega Arzuaga Navarro, una de las más jóvenes de la zona ya que plantó sus primeros viñedos a principio de la década de los noventa.

Bodega
 

En una tierra bendecida por el agua del Duero y un clima idóneo de extremos entre la noche y el día, en La Planta, (nombre de la finca de Bodegas Arzuaga) crecen los viñedos y las mejores uvas posibles. Sin embargo, el suelo es duro, de poco rendimiento lo que obliga a limitar la producción para garantizar la calidad de las uvas. 150 hectáreas de viñedos de uva tempranilo y cabernet sauvignon y merlot. Estas condiciones de suelo, clima y agua han dado un gran vino Arzuaga Gran Reserva 2009.

Es un vino complejo, pero muy elegante en boca. Un vino que ha sido distinguido como el mejor vino de la D.O. Es un vino elaborado con uva tempranillo de cepas y viñedos centenario. La vendimia se recoge en cajas de 10 kilos y se realiza un coupage con un pequeño porcentaje de cabernet sauvignon y merlot. Se envejece durante cincuenta meses en barrica, en las bodegas de la casa en la finca La Planta. El resultado es un magnífico vino, profundo y persistente con un ligero toque de acidez que le hará mejorar con el tiempo.

Un gran hotel y un restaurante permiten conocer la bodega de un modo más profundo y vivirla de un modo más intenso. La colaboración de Victor Gutierrez, una estrella Michelin dirigiendo el taller gastronómico permite ofrecer una versión singular de la cocina castellana de vanguardia en un menú cerrado. Además, se pueden probar platos castellanos como el pincho de lechazo asado al sarmiento, las chuletillas de cordero o un jabalí lechal confitado a baja temperatura y acabado crujiente. Además, el típico lechazo castellano, asado al horno de leña.

Pero en Bodegas Arzuaga no limitan su experiencia al vino, son también productores de aceite, y lo que es casi más importante, han abierto la experiencia del mundo del vino a todos para vivirlo desde dentro. Un hotel que permite disfrutar de un paisaje sorprendente, de encinas, sabinas y pinos que esconden y dan sombra a una abundante y sorprendente fauna de ciervos jabalíes y muflones que se complementa con inigualables paisajes de viñedos sobre los que destaca el gran edificio de piedra donde se alza el hotel. Tratamientos de spa y el lujo de la tranquilidad y el silencio en un entorno único le hacen un destino increíble.

Mostrar comentarios