Los fans lo estaban deseando, lo estaban buscando, lo pedían y aquí está: Fallout 4 es una realidad. Bethesda acaba de hacer oficial el anuncio del videojuego que inmediatamente ocupa los primeros lugares de los lanzamientos más deseados.
Ayer sobre esta hora comenzó a engrasarse la maquinaria con una cuenta atrás de 24 horas. Nadie lo esperaba hasta dentro de dos semanas cuando comience el E3, pero allí estaba, una web que pedía que nos mantuviéramos a la espera, sin más información que un reloj y simbología del universo del juego. Pero para la gente del mundillo era más que suficiente para empezar a hacerse ilusiones, un nuevo Fallout se estaba gestando.
Son altas las ganas de recorrer de nuevo el Yermo, de luchar contra las mutarachas y los supermutantes, de ver que sorpresas deparará un nuevo viaje por su mundo post-apocaliptico, y Bethesda lo sabe. Y tras esa cuenta atrás nos ha enseñado un trailer de lo más prometedor, aclarando algunas de las hipótesis que se venían barajando alrededor de su anuncio.
La primera de ellas, como se venía rumoreando desde hace meses, Bostonserá la encargada de situar esta nueva entrega, con todos sus alrededores, pueblos, valles, ruinas… todas ellas, tierras devastadas por una guerra nuclear que casi acaba con la vida del planeta y que ahora están pobladas de criaturas de pesadilla, androides retrofuturistas y bandidos dispuestos a quitarnos todo lo que llevemos encima, incluso la vida.
La segunda, las máquinas en las que el juego saldrá. PC y las consolas de nueva -o actual- generación son las plataformas elegidas para alojar a este mastodóntico proyecto, dejando así fuera a PS3 y Xbox360 para centrarse en unas PS4 y XboxOne con mucho más poderío técnico, algo que permitirá un mundo más grande gracias a las capacidades de estas consolas.
A pesar del trailer aún quedas muchísimas incógnitas sin resolver, como la fecha de lanzamiento y muchas sorpresas más que, esperamos, algunas sean resultas en el E3 y sobre todo en la conferencia propia que Bethesda hará por primera vez en su historia.
Sólo podemos decir que estamos deseando volver a recorrer el Yermo, y de reencontrarnos con nuestro fiel compañero Albóndiga, ¿vosotros no?
Marcos Serrano Sánchez
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