'Bloodborne' y su maravillosa pesadilla sangrienta

    • Hidetaka Miyazaki y FromSoftware nos trajeron el año pasado el mejor juego de la actual consola de Sony.
    • Hemos jugado su reciente expansión y queremos contaros lo que se siente al volver a recorrer su mundo.
'Bloodborne' recrea como pocos una atmósfera oscura, podrida y decadente
'Bloodborne' recrea como pocos una atmósfera oscura, podrida y decadente

"Nacemos de la sangre. La sangre nos hace hombres. La sangre nos deshace. Nunca hemos abierto los ojos. Teme la vieja sangre".

Recuerdo cuando se anunció 'Bloodborne' por primera vez en el E3 de hace un par de años, recuerdo la decadencia, la oscuridad y la muerte que impregnaban cada segundo del tráiler cinematográfico y recuerdo como todo eso me mantuvo con la boca abierta mientras pensaba que ese juego tenía que ser mío.

Cuando salió a la venta, tuve mis dudas –un juego extremadamente difícil y cruel, que bebía directamente de 'Demon's Souls' y la saga 'Dark Souls'– porque no había jugado a ninguno de sus predecesores. Podría gustarme, pero también podría frustrarme, odiarlo y dejarlo apenas sin empezar. Pero todo lo que leí acerca de él terminó de convercerme. Decían que era el mejor exclusivo, con diferencia, de la consola de Sony. Y acabé yendo a la tienda a por él.

Las primeras horas dentro del juego fueron duras, algo que parece normal en este tipo de juegos. La ciudad de Yharnam, la decadencia y todas las pesadillas vistas en los tráileres previos se habían hecho realidad, y yo estaba allí, indefenso, pequeño e insignificante. Lo primero que haces en el juego, irónicamente, es morir, morir de la forma más humillante al plantarte delante de un hombre lobo que te supera infinitamente en nivel, sin apenas saber jugar, sin haber luchado ni una sola vez antes, sin armas. La bestia te destruye con un par de golpes y despiertas en el Sueño del Cazador, el único lugar seguro de todo el juego, y ahí encontramos nuestras primeras armas y aliados.

Al volver a la ciudad, derroté al lobo a la primera, con esa cuchilla vieja y oxidada vista mil veces en los adelantos. Poco después descubres a los primeros enemigos y empiezas a darte cuenta, por las malas, de lo que este juego te deparará: morir, morir y morir. Estuve a punto de dejarlo, pues hasta el enemigo más básico puede acabar contigo y hacerte recorrer el mismo mapa una y otra vez. Pero, cuando llegué al primer jefe, la Bestia Clérigo, la cosa cambió. Recuerdo el enorme monstruo por su ahogado rugido, que hizo estremecer hasta lo más profundo de mi ser. Evidentemente me derrotó y, tras el primer intento fallido, leencontré sentido a todo.

A diferencia de los 'Souls', aquí el combate es rápido, directo y brutal y la pelea con la bestia hizo que me diera cuenta de ello. Aquí no vale estar a la defensiva, no vale taparse detrás de un escudo, en 'Bloodborne' o atacas o mueres. El combate, con una hermosa banda sonora de fondo, me disparó la adrenalina como pocos juegos han hecho a lo largo de mi vida y al terminar el enfrentamiento pensé que el juego no podía ser mejor. Pero me equivocaba.

'Bloodborne' es mejor a cada paso, en cada esquina, con cada nuevo enemigo. Cuenta una historia deterror, de una ciudad infestada de una extraña peste, de una cacería salvaje y de una noche eterna. Yharnam es la representación de los miedos más grandes de los hombres, desde los más infantiles como la oscuridad o las arañas, hasta otros más adultos, como el miedo al fracaso o a la paternidad. Pero para ver todo esto es necesario detenerse ymirar bien cada objeto conseguido y escuchar a cada personaje.

A lo largo de la aventura, que dura unas 40 horas (dependiendo de lo bien o mal que se te dé), son muchas las sensaciones que uno experimenta: angustia, superación, miedo, frustración... pero todo ello te ayuda a seguir adelante, te va formando como cazador de bestias y te anima a intentar derrotar a ese enemigo que se te atraganta, a burlar a la muerte una vez más.

Así que con esta premisa me dejé atrapar por su universo, dejé de lado el resentimiento inicial y me hice amigo de la muerte. Avancé con paso firme por las calles de Yharnam, seguro de que iba a morir, pero también de que iba a volver y lo haría más fuerte.

Finalmente conseguí llegar al ocaso de la aventura para descubrir la mayor sorpresa de toda la historia. Al final, el juego te da tres opciones, que no voy a desvelar para no estropear la experiencia a nadie, y yo opté por la que creía que sería la mejor. El combate final es absolutamente glorioso, salvaje y lleno de sentimiento por todo lo que en él está en juego. La música, increíblemente bella, y el campo de flores donde tiene lugar este sirven para conseguir el contraste perfecto con la brutalidad del momento. Sin duda, el mejor momento de la aventura y un final perfecto para un juego que desde la primera partida se convierte en inmortal.'Antiguos Cazadores', la pesadilla dentro de la pesadilla

Casi un año después de aquello, he vuelto a Yharnam para jugar 'Antiguos Cazadores', con más experiencia y más seguro de mí mismo, hasta que el primer enemigo me puso los pies en el suelo. De nuevo, volvía al amparo de la muerte.

Al entrar al DLC llegamos a un sitio muy familiar. No estás en Yharnam, sino en una versión de esta más aterradora, de pesadilla. Una zona del juego principal rediseñada para ser hogar de los "cazadores borrachos de sangre", condenados a combatir a las mismas bestias una y otra vez.

Empecé el DLC dentro de la Nueva Partida + y, a pesar de llevar un nivel bastante más alto del recomendado, los muchos cazadores que pueblan esta 'Pesadilla del Cazador' me sorprendieron con armas que no conocía y patrones de ataque a los que no supe anticiparme. La primera lucha con uno de estos enemigos acabo con mi temprana muerte y cuando empiezas a acostrumbrarte a estos nuevos enemigos, el juego te pone delante de una inmensa mole con un hacha aún más inmenso, al que puedes enfrentarte o huir por otro camino. Por supuesto, yo opté por la primera y volví a morir. El bruto aquel me mató varias veces seguidas hasta que conseguí aprenderme sus patrones y vencerlo. Custodiaba uno de los jefes más difíciles de todo el juego, pero hay que avanzar un poco más para que despierte.

Un poco más adelante hay algunas trampas. La primera es un arma, que está aparentemente sola, pero cuando llegas un cazador que estaba escondido te sorprende, es mucho más fuerte que los demás y a mí me mató de nuevo. La otra es un río de sangre que huele a emboscada a kilómetros, pero no te queda otra que seguir por ahí si quieres seguir avanzando. Dos moles como la del hacha de antes salen a tu encuentro, uno igual que el anterior y otro a lo lejos con un cañón, impidiendo que luches cómodamente contra tu nuevo 'amiguito'. Algunas muertes más para el contador hasta que conseguí seguir adelante. El primer jefe de la expansión llega poco después, pero, por suerte, hay una lámpara justo antes que te permite salvar el progreso y volver al 'Sueño del Cazador' para hacerte un poco más fuerte.

El primer jefe me costó horrores, estaba en Nueva Partida + y los enemigos hacen mucho más daño de lo normal, pero no quería pedir ayuda a otros cazadores, me gusta derrotarlos la primera vez yo solo. Así que, como no tenía muy claras mis expectativas de victoria, volví al juego principal para subir un poco de nivel.

Casi un año después, Bloodborne sigue sorprendiéndome como la primera vez. Recordar parte del juego original me ha hecho recordar lo bien realizado que está. He probado armas que no usé en mi primera partida. He aprendido a dominar algunas de las nuevas herramientas, he derrotado a algunos de los viejos jefes a la primera y otros se me han atragantado como la primera vez, he vuelto a pensar, en definitiva, en todo lo que este juego hace bien, que no es poco.

Cualquier excusa es buena para regresar a Yharnam y, gracias al DLC, he tenido una oportunidad de oro para volver a sentir el edor de la sangre. Como el juego sobre el que se levanta, la expansión propone nuevos giros dentro de la intrincada historia de 'Bloodborne', desde las nuevas armas, hasta los jefes, tan difíciles y desafiantes como cabía esperar (especialmente épico el duelo con 'Lady Maria' por todo lo que representa). 'Antiguos Cazadores' me ha servido para darme cuenta, una vez más, de que 'Bloodborne' es un título que recordaré por siempre y para hacerme desear 'Dark Souls 3' por encima de todas las cosas.

Es verdad que no es un juego para todos los públicos –son varios los amigos a los que se lo he dejado y que me lo han devuelto, frustrados y pensando que no valía para nada–, lo que está claro es que no deja indiferente, o lo odias o lo amas.

Hay que saber apreciarlo como lo que es, un juego valiente que hace las cosas de una forma diferente, bien acabado e, irónicamente, absolutamente bello. El mejor juego exclusivo de PS4 y uno de los mejores de toda la presente generación, una obra maestra de culto y clásico moderno desde el minuto uno.

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