De chocolate en polvo a esculturas: el cacao exhibe su versatilidad en Madrid

  • De los clásicos bombones, tabletas y envases de chocolate en polvo a auténticas proezas artísticas como una hamburguesa realizada con chocolate o una fiel reproducción de la fachada de la Biblioteca Nacional: este producto hace gala de su versatilidad en el IX Salón del Chocolate.

Madrid, 26 oct.- De los clásicos bombones, tabletas y envases de chocolate en polvo a auténticas proezas artísticas como una hamburguesa realizada con chocolate o una fiel reproducción de la fachada de la Biblioteca Nacional: este producto hace gala de su versatilidad en el IX Salón del Chocolate.

Desde el jueves y hasta el próximo domingo, el centro comercial madrileño Moda Shopping acoge este Salón del Chocolate que se ha consolidado ya como una de las citas ineludibles de los más golosos.

En esta ocasión, los organizadores han recreado un mapa del mundo en el que los visitantes pueden recorrer los cinco continentes, pasaporte en mano, a través de maridajes entre licores y bocados de cacao.

Documento que sellarán según disfruten y paladeen chocolates autóctonos de Uganda, Ghana, Venezuela, Panamá, Indonesia o Australia.

El coordinador del Salón, Javier Génova, ha explicado a Efeagro que el objetivo de este planteamiento "es conseguir que la gente se vaya ilustrando acerca de cuáles son los países en los que se cultiva el cacao y en cuáles se elabora: es nuestro viaje particular por el mundo del chocolate".

Una de las novedades de esta edición que, según Génova, "está causando furor", es la hamburguesa creada por el maestro chocolatero de origen asturiano Tino Helguera, que logra engañar a la vista con un producto que evoca a la típica hamburguesa de restaurante de comida rápida, pero que sorprende con una gelatina de manzana verde en lugar de lechuga y una de mandarina a modo de queso cheddar.

También ha llamado la atención de los visitantes la imponente reproducción de la Biblioteca Nacional creada por Daniel Guerrero, del madrileño Horno San Onofre, que con unas dimensiones de un metro por un metro homenajea a esta institución en su 300 aniversario.

Los visitantes pueden, asimismo, participar en talleres, algunos dirigidos a niños, o descubrir los usos del chocolate en tratamientos de belleza, como en maquillajes o productos de masaje.

Además, se dedica una exposición a los bombones, de los que se explican detalles de su historia y se exhiben en vitrinas como si de joyas se trataran.

El maridaje del chocolate es otro de los ejes de este encuentro, que propone combinaciones como el chocolate venezolano con ron, licor de cacao de Mozart para el europeo y sake japonés para el producto de notas florales de Java.

Génova ha aclarado que, más allá del interés que pueda suscitar a los visitantes la historia y los secretos del chocolate que llega a sus casas, lo importante es que "hay mucha gente que viene, con el día a día reflejado en la cara, y sale de aquí con una bolsita de chocolates y una sonrisa".

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