De vender bolígrafos por la calle ¡a tener tres negocios propios gracias a Twitter!

    • Unas fotografías de un refugiado sirio, en las calles de Beirut, Líbano,ofreciendo un puñado de bolígrafosmientras su pequeña hija dormía apoyada en su hombro dieron la vuelta al mundo. Gracias a eso recaudó más de 191 mil dólares.
    • Ahora cuenta contres negocios propios: una pastelería, un restaurante pequeño y un local de kebab. No solo eso, además este hombreha dado trabajo a 16 refugiados sirios.
De vender bolígrafos por la calle ¡a tener tres negocios propios gracias a Twitter!
De vender bolígrafos por la calle ¡a tener tres negocios propios gracias a Twitter!

En septiembre Internet se volcó con Abdul Halim al-Kadeun.¿El motivo? Unas fotografías del refugiado sirio, en las calles de Beirut, Líbano, ofreciendo un puñado de bolígrafos mientras su pequeña hija dormía apoyada en su hombro dieron la vuelta al mundo.

Guissur Simonarson , el hombre que publicó las fotos en Twitter, creó una página para recaudar fondos y ayudar a este hombre. El objetivo era llegar a los 5 mil dólares para ayudar a Abdul, pero para sorpresa de todos, se recaudaron más de 191 mil dólares.Syrian father selling pens in the streets of #Beirut with his sleeping daughter #Lebanon#Syriapic.twitter.com/KOz4mjW1rd— Gissur Simonarson CN (@GissiSim) agosto 25, 2015

Lejos queda ahora el drama vivido por Abdul. Ahora cuenta con tres negocios propios: una pastelería, un restaurante pequeño y un local de kebab. No solo eso, además este hombre ha dado trabajo a 16 refugiados sirios.

Syrische vluchteling Abdul Halim al-Attar zet drie bedrijven op dankzij crowdfunding https://t.co/gvNHl1xievpic.twitter.com/CQFVGyKb4i— AD.nl (@ADnl) diciembre 4, 2015

"No sólo cambió mi vida, sino que también la de mis niños y la de personas en Siria que he podido ayudar. Tenía que invertir el dinero, o se perdería. Cuando Dios quiere concederte algo, lo consigues", explicó en el periódico Mashable.

Por otra parte, Abdul se ha mudado a un apartamento con dos habitaciones, que comparte con sus hijos.

Pero no todo ha sido tan fácil. Abdul ha tenido que luchar para poder acceder al dinero de las donaciones. De momento, solo ha recibido el 40%, sin contar la cantidad "abusiva", explica, de impuestos que ha tenido que pagar.

"Estoy muy feliz de ver que ver que abrió un restaurante y que sus hijos están bien cuidados. Pero también estoy descorazonado al ver lo difícil que ha sido el desembolso de ese dinero y las complicaciones que viven los refugiados por no ser capaces de abrir una cuenta de banco en el Líbano", ha comentado a Mashabel Guissur Simonarson, el hombre que les dio a conocer.

Según la International Labour Organization aún hay cerca de 1.2 millones de refugiados sirios en el Líbano que están luchando para encontrar trabajo y salir adelante.

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