La exquisitez del AOVE de Abbae de Queiles

  • Muy al norte de Jaén se produce uno de los aove con más personalidad y capacidad para transformar un plato.
Abae de Queiles
Abae de Queiles
Abae de Queiles

Hay un lugar insospechado, alejado de las infinitas extensiones de olivos que inundan la provincia de Jaén; en el extremo opuesto, al sur de la provincia de Navarra, a la sombra del pico del Moncayo y a orilla de las aguas del afluente del Ebro que da nombre al Valle de Queiles. La familia de Alfredo Barral cultiva sus olivos en un entorno único. El suelo pedregoso, el soplo impenitente el Cierzo, y el clima extremo va de las nieves casi perpetuas de la Sierra del Moncayo, al sol del verano; dan una gran personalidad al aceite. En estos parajes se encuentran los olivos de la finca de la Hacienda Queiles.

Abae de Queiles
 

En su almazara se produce un aceite mono varietal de arbequina, un aceite de oliva virgen extra ecológico de la máxima calidad. Controlan y realizan un seguimiento riguroso del crecimiento de las aceituna para que, sólo en el momento oportuno, cuando esté en su punto óptimo de maduración, se recoja a mano y se seleccione del mismo modo. El aceite se elabora en su propia almazara, donde el maestro del molino y el conocimiento de los catadores, dan el punto antes de que se envase en una producción limitada de unas decenas de miles de botellas de medio litro, marcadas y fechadas.

Abae de Queiles
 

Abbae de Queiles produce un aceite de pago, dulce, delicado, muy frutal cuyos aromas profundos y largos permanecen en boca. Los catadores expertos dicen que destacan notas vegetales que recuerdan a tomates verdes y hierbas frescas, y que se adivinan recuerdos sutiles de almendra amarga, lo que le da un sabor muy característico y un tono muy equilibrado, que refleja el carácter amable del olivo. Un chorrito de este aceite es capaz de perfumar y transformar una ensalada anodina, en un plato casi irreal.

Queiles
 

Los aceites de pago, como ocurre con los vinos de igual categoría, exigen métodos de control y de cultivo mucho más rigurosos que los que observan las Denominaciones de Origen. Así, mientras en el terreno de los vinos, en toda España solo hay catorce bodegas que puedan calificar sus vinos como vinos de pago; en el campo del aceite ocurre algo similar y solo cinco almazaras pueden asociar este título a sus aceites. Abbae de Queiles es miembro fundador de la restringida asociación Grandes Pagos de Olivar.

Un buen aceite no sólo requiere el reconocimiento de la crítica ni de los premios recibidos, pero cuando además, es el referente de muchos de los mejores restaurantes de nuestro país y además se vende en las mejores tiendas de alimentación gourmet del mundo como Fortunm & Masons y Harrod’s (Londres), Sonoma (Nueva York), Zingerman’s (Chicago), Isetan (Tokyo), o La Maison du Caviar (París)... entonces sí el reconocimiento es completo.

Mostrar comentarios