El suceso está ocupando los titulares de todos los tabloides de Reino Unido. La búsqueda del ganador de la lotería británica aún no ha dado frutos, y es que el afortunado que habría ganado 40 millones de euros, no ha aparecido.
Un sin fin de personas han afirmado ser ellos los premiados, pero actualmente la presa británica posa su atención en Suzanne Hinte, unamujer de 48 añosque se presentó con un boleto hecho trizas tras haber sobrevivido a un lavado dentro del bolsillo de unos pantalones.
El gran problema es que el código de barras, el número de serie y una parte de la fecha de validación quedaron borrados. Una faena que obstaculiza la posibilidad de entregar el premio.
"¿Por qué mentiría?", se preguntó ante la prensa el martes, asegurando que tenía todo el derecho del mundo a reclamar la mitad del mayor premio de la historia de la lotería británica, 66 millones de libras (87 de euros y 94 de dólares).
La otra mitad ya fue cobrada, por una pareja de 54 años.
Suzanne Hinte asegura que compró el boleto el 9 de enero en un quiosco de Worcester, en el centro de Inglaterra. Camelot, el organismo gestor de la lotería británica, confirma que el boleto se hizo ahí.
Su exmarido declaró al diario The Sunque espera que la mujer tenga razón: "técnicamente no estamos divorciados, así que podría reclamar la mitad", aseguró sin disimulo. Estas declaraciones no hacen más que sumar paroxismo a la historia.
A su vez, cientos de personas han reivindicado el premio, asegurando que les robaron los boletos, o los perdieron, o los rompieron, confirmó un portavoz de Camelot, que tendrá la última palabra sobre el caso.
En 2012, hubo un ganador británico de 63 millones de libras en la lotería europea Euromillones que no apareció. El dinero acabó repartido entre asociaciones caritativas.
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