El pabellón de Ucrania en la feria ITB abre ajeno a las tensiones en el país

  • El pabellón de Ucrania en la ITB de Berlín, la mayor feria de turismo del mundo, abrió hoy sus puertas ajeno al conflicto que amenaza con arrastrar a la guerra a su país, con una oferta que destaca, curiosamente, su situación entre dos mundos.

Juan Palop

Berlín, 5 mar.- El pabellón de Ucrania en la ITB de Berlín, la mayor feria de turismo del mundo, abrió hoy sus puertas ajeno al conflicto que amenaza con arrastrar a la guerra a su país, con una oferta que destaca, curiosamente, su situación entre dos mundos.

El trajín era el habitual en el pabellón de Ucrania, casualmente enclavado entre los de Rusia y Estados Unidos en el Hall 2.1 del recinto ferial de Berlín, con trajeados empresarios en torno a mesas desbordadas de papeles, teléfonos y carteras, y curiosos revoloteando entre carteles y reclamos turísticos.

Poco -más allá de una gran fotografía del Maidán repleto de manifestantes- en su pabellón recordaba la crítica situación que vive el país, con tropas prorrusas ocupando Crimea y la amenaza velada de Moscú de una intervención militar.

"La próxima temporada turística empezará en 2015", responde a la primera pregunta de Efe Ivan Liptuga, responsable de la gestión del pabellón nacional, repitiendo un chiste que se cuentan entre ellos los representantes ucranianos en la ITB.

No obstante, resalta que "es importante mostrar que Ucrania está bien" y explicar cómo está realmente la situación sobre el terreno, relativizando las versiones a su juicio exageradas que se han dado en medios internacionales.

"Por supuesto que no estamos en la mejor situación, pero no hay tampoco ahora muchos países que estén en su mejor momento", se defiende.

La fase de "inestabilidad" en que está inmerso su país desde el pasado noviembre, cuando empezaron las protestas proeuropeas contra el ya depuesto presidente Víktor Yanukóvich, hace que "el sector turístico se sienta preocupado".

Sin embargo, Liptuga cree que la incidencia real en el número de turistas extranjeros no será muy relevante y explica cómo a sólo "medio kilómetro" del Maidán en los días de mayor violencia, la vida transcurría para la mayoría de habitantes de Kiev con total normalidad.

"A sólo medio kilómetro la gente paseaba por la calle, los coches circulaban sin problemas, las tiendas estaban abiertas", indica Liptuga, de unos 40 años, en un buen inglés.

El gestor del pabellón reconoce que "aquí no hay nadie interesado en una guerra", un sentimiento que a su juicio comparte la gran mayoría de sus conciudadanos, y que las recientes tensiones se deben principalmente a "un juego de poder entre las grandes potencias".

Liptuga recalca que, de hecho, Ucrania se sitúa entre dos mundos y que la última campaña turística nacional, elaborada justo antes de que arrancasen las protestas, ahondaba precisamente en esa dualidad que encarna su país de forma única.

Ucrania, explica este ucraniano citando parte de los eslóganes de la campaña, es una "combinación armónica de elementos" que en otro contexto "colisionarían".

"Estamos entre dos mundos. Somos europeos al igual que rusos. Somos occidentales al igual que orientales. Y no creo que esto cambie", afirma.

La mayoría de los turistas extranjeros que viajan a Ucrania proceden de las antiguas repúblicas soviéticas del este de Europa -hasta en un 80 %, según las cifras oficiales- y los rusos encabezan ese ránking en el que los viajeros alemanes quedan en segundo lugar.

La ITB acoge entre hoy y el domingo a más de 10.000 expositores de 189 países y territorios y pretende atraer a unos 110.000 visitantes especializados en el sector turístico.

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