El padre de Mario quiere reducir su implicación en Nintendo, pero la compañía le desmiente

Cuando Shigeru Miyamoto pisó Nintendo por vez primera, en 1977, el por entonces presidente de la compañía (Hiroshi Yamauchi) se preguntó si el fichaje resultaría acertado. Ni alcanzaba a imaginar la importancia que aquel diseñador industrial tendría para la industria del ocio electrónico.Mario Bros, Donkey Kong, The Legend of Zelda, Wii Fit, Nintendogs… son nombres que suenan a cualquiera, por nimia que sea su relación con el videojuego. Tras todos ellos se encuentra el creador nipón, considerado la gallina de los huevos de oro de Nintendo.Lo ratifica la caída en bolsa del 2% que la compañía experimentó tras la publicación de cierta entrevista en las páginas de Wired. En ella, Miyamoto se dice cansado de los grandes proyectos, siendo su intención el abandonar su actual puesto en Nintendo para ocupar otro en segundo plano, al cargo de títulos menos laboriosos:"Últimamente no he parado de repetir que voy a retirarme. No es que vaya a abandonar el desarrollo de juegos, me refiero a mi puesto en Nintendo. Quiero trabajar en proyectos más pequeños, junto a desarrolladores primerizos o crear algo que pueda desarrollar yo mismo, sin un gran equipo detrás. En otras palabras, no quiero implicarme en juegos que requieran más de cinco años."Tras constatar el impacto de semejantes declaraciones, Nintendo se apresuró a desmentirlas a través de un portavoz, si bien no ha considerado necesario emitir un comunicado oficial: "Miyamoto no va a reducir su implicación en Nintendo, todo ha sido un malentendido. Por favor, no os preocupéis."Dada la extensión de la entrevista y lo reiterado del mensaje por boca de Miyamoto, resulta difícil creer que sus palabras hayan podido malinterpretarse. De no ser así, la pregunta en el aire es si Nintendo cederá a la indirecta petición de su principal figura.